¿Qué es el mindfulness?: meditación y salud mental

qué es el mindfulness

¿Lo has oído mil veces y todavía no sabes qué es el mindfulness?. No problem. En este artículo te voy a contar todo lo que necesitas saber de esta técnica de meditación que ha demostrado ser eficaz como ayuda a los antidepresivos y la psicoterapia en el tratamiento de la ansiedad o el tratamiento de la depresión.

Contenidos

1. Introducción al Mindfulness: Más allá de la “moda zen”.

Con la vorágine del día a día, parece que todos buscamos una especie de “botón de pausa”.

Y, de repente, aparece esta palabra: Mindfulness. Te prometo que no es una técnica para hacer levitar cojines o para convertirte en un monje tibetano en dos días.

¿Te has preguntado alguna vez qué hay detrás de este término que suena tan “cool” y “zen”?

Si la respuesta es “sí” o simplemente sientes curiosidad, estás en el lugar adecuado. Y si la respuesta es “no”, sigue leyendo, quizás descubras algo que te sorprenda.

Los yoguis pueden haber popularizado el término, y los influencers de Instagram pueden haberlo llenado de glamour con sus fotos en posturas imposibles y frases inspiradoras. Pero el Mindfulness, querido lector, es mucho más que una simple tendencia pasajera. Es una herramienta poderosa con raíces antiguas y beneficios modernos.

Entonces, antes de que intentes comprar una alfombra mágica o un kit de iniciación al budismo, déjame llevarte en un viaje al mundo real del Mindfulness. Porque sí, el Mindfulness puede ser tan real como tu café matutino o esa sensación de no querer levantarte de la cama los lunes.

¿Listo para este viaje sin turbulencias ni posturas de pretzel? ¡Adelante!

2. Historia del Mindfulness: De Oriente a Occidente.

Si piensas que el Mindfulness es una invención reciente para calmar a las masas estresadas del siglo XXI, tengo una noticia: ¡lleva aquí muchísimo más tiempo!

Es más, tiene raíces tan antiguas que, si tuviéramos que hacer una analogía, sería como comparar la edad de Yoda con la de un bebé Yoda (sí, esa referencia de “Star Wars” tenía que estar aquí).

Orígenes en Oriente

El Mindfulness tiene sus raíces en las prácticas de meditación budista. El término original en pali es “sati”, que se traduce como “memoria” o “recuerdo”. Aunque no te estoy sugiriendo que recuerdes qué comiste hace exactamente tres semanas un jueves a las 3 pm, se trata más de recordar estar presente en el momento actual. Los monjes budistas lo han practicado durante siglos como una forma de cultivar la atención plena y el entendimiento.

Pero no te asustes, no hace falta raparse la cabeza ni vestir túnicas para entender su esencia. El budismo simplemente fue el vehículo original que transportó esta joya de la atención al mundo.

Travesía hacia Occidente

¿Cómo llegó esta práctica oriental a nuestras tierras?

Bueno, fue en la década de 1970 cuando un tal Dr. Jon Kabat-Zinn, un biólogo molecular de Estados Unidos, pensó: “Ey, ¿por qué no adaptamos estas técnicas de meditación orientales para tratar problemas y cuidar la salud mental en Occidente?”.

Y así, sin dragones ni batallas épicas, nació el Programa de Reducción del Estrés Basado en Mindfulness (MBSR) en la Clínica de Reducción del Estrés del Hospital de la Universidad de Massachusetts.

Desde entonces, el Mindfulness se ha propagado como pan caliente en una mañana fría, y su popularidad ha crecido exponencialmente. Clínicas, hospitales y centros de salud mental en todo el mundo lo han adoptado como una herramienta efectiva.

3. ¿Qué es el Mindfulness? Definición y conceptos clave.

Después de ese viajecito por la historia, es probable que te estés preguntando: “Vale, pero… ¿qué demonios es el Mindfulness?”.

¡Buena pregunta! Y es que, a pesar de su creciente popularidad, mucha gente sigue sin tener claro qué es exactamente. Así que vamos a despejar la niebla.

Definición de Mindfulness

El Mindfulness es una práctica de atención plena, donde uno se enfoca en el momento presente de manera intencionada y sin juzgar. ¿Suena sencillo, verdad? Pero, ¡espera!, antes de que pienses que se trata solo de “estar ahí”, dejame profundizar un poco.

  • Atención plena: Se trata de estar completamente inmerso en lo que estás haciendo, ya sea escuchar música, comer, caminar o incluso… ¡esperar en la fila del supermercado! (Sí, incluso en esos momentos tediosos).
  • En el momento presente: Olvida el pasado y el futuro. No se trata de rumiar sobre esa embarazosa caída que tuviste en público hace 5 años ni de preocuparte por lo que comerás mañana. Es sobre el “aquí” y el “ahora”.
  • De manera intencionada: No es un estado pasivo, sino que requiere un esfuerzo activo para mantener la atención en el momento presente.
  • Sin juzgar: Esto es crucial. Se trata de observar tus pensamientos y emociones sin calificarlos como “buenos” o “malos”. Así que, si te das cuenta de que estás pensando en qué cenar mientras intentas practicar Mindfulness, no te castigues. Simplemente, nota el pensamiento y vuelve al presente.

Conceptos clave

  • Atención: Concentrarte en lo que estás haciendo, sin divagaciones (o al menos intentarlo).
  • Conciencia: Ser consciente de tus pensamientos, emociones y sensaciones corporales.
  • Aceptación: Reconocer y aceptar tus experiencias, ya sean agradables o desagradables, sin intentar cambiarlas o evitarlas.

Y no, no se trata de tener superpoderes ni de ser un maestro Zen que flota sobre un loto. Es simplemente la habilidad de estar en el momento presente, algo que, paradójicamente, olvidamos con facilidad en nuestra ajetreada vida moderna.

Mindfulness y Meditación

El Mindfulness y la meditación son términos que a menudo se utilizan indistintamente, pero, aunque están relacionados, no son exactamente lo mismo. Vamos a aclarar las similitudes y diferencias.

¿Qué es la Meditación?

La meditación es una práctica ancestral que se encuentra en diversas culturas y religiones alrededor del mundo. Su objetivo principal es cultivar un estado de conciencia y concentración. Dependiendo de la tradición o técnica, puede centrarse en diferentes aspectos, como la repetición de mantras, la concentración en un objeto o la contemplación.

¿Qué es el Mindfulness?

Como ya hemos discutido, el Mindfulness es una forma de meditación que se centra en la atención plena al momento presente. Es observar sin juzgar, conectarse con el aquí y ahora, siendo plenamente consciente de nuestros pensamientos, emociones y sensaciones.

Entonces, ¿cuál es la diferencia?

Aunque todo Mindfulness es meditación, no toda meditación es Mindfulness. Aquí unas distinciones clave:

  • Objetivo: Mientras que algunas formas de meditación pueden tener como objetivo alcanzar un estado de relajación profunda o incluso un estado alterado de conciencia, el Mindfulness simplemente busca observar el momento presente tal como es.
  • Enfoque: Algunas meditaciones requieren concentrarse en un mantra, visualización o incluso en la llama de una vela. En el Mindfulness, el enfoque está en la experiencia presente, ya sea la respiración, las sensaciones corporales o los sonidos a nuestro alrededor.
  • Tradición: Aunque el Mindfulness tiene raíces en el budismo, la práctica moderna en Occidente es secular y se ha adaptado para ser accesible a todos, independientemente de sus creencias religiosas.

¿Por qué practicar ambos?

Mientras que el Mindfulness te enseña a estar presente, otras técnicas de meditación pueden ofrecerte habilidades complementarias, como una mayor concentración, relajación profunda o una conexión más profunda con tu yo interior.


Conclusión: Tanto el Mindfulness como otras formas de meditación ofrecen valiosas herramientas para mejorar nuestra salud mental y bienestar general. No hay un enfoque “mejor” o “peor”, simplemente diferentes herramientas para diferentes objetivos. Experimenta y encuentra lo que mejor se adapte a ti.

4. Los beneficios del Mindfulness para la salud mental: ¿Moda o ciencia?

Si creías que el Mindfulness era solo una excusa más para vender cojines y velas aromáticas, o para presumir en redes sociales con la etiqueta #SoyZen, es hora de desmontar ese mito.

Porque, sí, detrás de todo este revuelo “mindful” hay ciencia (¡y mucha!). Pero, ¿qué dice exactamente esta ciencia?

Reducción del estrés

Es probablemente el beneficio más famoso del Mindfulness. Y es que practicar la atención plena puede ayudarte a manejar y reducir el estrés.

En un mundo donde el estrés es casi como el pan de cada día, tener una herramienta que ayude a reducirlo no suena nada mal.

Y no es que lo diga yo, lo dicen estudios que han observado cómo la práctica regular del Mindfulness puede reducir los niveles de cortisol, la hormona del estrés.

Mejora de la atención y concentración

¿Alguna vez has intentado leer un libro y te has dado cuenta de que, después de 10 páginas, tu mente estaba en las Bahamas? ¡No estás solo!

La buena noticia es que el Mindfulness puede ser tu boleto de regreso. Diversas investigaciones han mostrado que la práctica de la atención plena mejora la capacidad de concentración y reduce la propensión a la distracción.

Regulación emocional

Sí, todos tenemos días en los que nos gustaría lanzar el despertador por la ventana o llorar por un helado caído. El Mindfulness, al fomentar la aceptación y conciencia de nuestras emociones, nos permite manejarlas mejor. En lugar de reaccionar impulsivamente, podemos responder de manera más equilibrada y consciente.

Reducción de síntomas de ansiedad y depresión

Aquí las cosas se ponen serias. Más allá de los pequeños beneficios del día a día, el Mindfulness ha demostrado ser útil en la reducción de síntomas de trastornos como la ansiedad y en al reducción de los síntomas de la depresión.

Eso sí, no es una varita mágica. Jamás substituye al tratamiento con antidepresivos o con psicoterapia, pero puede ser un complemento valioso en el tratamiento de estas enfermedades.

Mejora del sueño

Y para finalizar este apartado (porque, sinceramente, la lista podría seguir y seguir), el Mindfulness también ha mostrado beneficios en la mejora de la calidad del sueño. Así que si las ovejas ya no te funcionan, quizás quieras probar con unos minutos de atención plena antes de acostarte.

5. Cómo practicar Mindfulness: Un viaje desde la teoría a la práctica de ejercicios de Mindfulness.

Ahora que ya sabes qué es el Mindfulness y por qué todo el mundo y su abuela hablan de él, es hora de que te ensucies las manos (metafóricamente hablando, claro).

¿Cómo se practica esta famosa atención plena?. ¿Cómo son los ejercicios de mindfulness?.

Preparación

Antes de que empieces a imaginar un escenario con velas, incienso y música de flautas, no, no necesitas nada de eso. Aunque si te ayuda, ¡adelante! En realidad, solo necesitas:

  • Un lugar tranquilo: Puede ser cualquier rincón de tu casa donde te sientas cómodo.
  • Ropa cómoda: Olvídate del traje de yoga de última moda. Unos pantalones cómodos y una camiseta suelta serán suficientes.
  • Tiempo: Empieza con 5 minutos al día y ve aumentando poco a poco. No es una carrera, es un viaje.

Técnicas básicas

  • Meditación basada en la respiración: Simplemente cierra los ojos y enfócate en tu respiración. Siente cómo el aire entra y sale de tus pulmones. Si tu mente empieza a divagar (y lo hará), simplemente regresa suavemente tu atención a la respiración.
  • Escaneo corporal: Túmbate y presta atención a las diferentes partes de tu cuerpo, desde los pies hasta la cabeza. Nota las sensaciones, ya sean de tensión, relajación, calor o frío.
  • Mindfulness durante actividades diarias: Practica la atención plena mientras comes, caminas o incluso te duchas. Siente la comida en tu boca, el suelo bajo tus pies o el agua en tu piel.

Herramientas y apps

Hay numerosas aplicaciones y herramientas que pueden ayudarte en tu práctica de ejercicios de Mindfulness, como “Headspace” o “Calm”. Ofrecen meditaciones guiadas, recordatorios y seguimientos de tus progresos. Pero recuerda, la app no hace al monje. Es una herramienta, no un sustituto de la práctica real.

¡Paciencia, joven padawan!

Al principio, te encontrarás luchando contra una mente que divaga. ¡Es normal! No te rindas.

Como cualquier habilidad, la atención plena requiere práctica. Así que, aunque sientas que estás “haciendo mal” el Mindfulness, ¡no existe tal cosa! La clave está en la constancia.

6. Mindfulness y enfermedades mentales: ¿Aliado o enemigo?

La relación entre el Mindfulness y las enfermedades mentales ha sido objeto de numerosos estudios en las últimas décadas.

Aquí, desgranamos esta relación para entender mejor cómo puede ser de ayuda y en qué contextos.

Depresión

  • ¿Cómo ayuda? El Mindfulness enseña a las personas a ser conscientes de sus pensamientos y emociones sin quedar atrapadas en ellos. Esto puede ser particularmente útil para aquellos que sufren de rumiación, un síntoma común de la depresión.
  • Evidencia científica: La Terapia Cognitiva Basada en el Mindfulness (MBCT) ha demostrado ser eficaz en la prevención de recaídas en pacientes con depresión recurrente. Un meta-análisis publicado en el Journal of Consulting and Clinical Psychology encontró que la MBCT redujo el riesgo de recaída en pacientes con tres o más episodios previos de depresión en un 43%.

Ansiedad

  • ¿Cómo ayuda? El Mindfulness puede ser útil para reducir la preocupación excesiva, uno de los principales síntomas de los trastornos de ansiedad, como el trastorno de ansiedad generalizada. Ayuda a las personas a reconocer y aceptar sus preocupaciones sin quedar atrapadas en ellas.
  • Evidencia científica: Un estudio publicado en JAMA Internal Medicine encontró que la meditación basada en el Mindfulness reducía significativamente los síntomas de ansiedad en un grupo de personas con trastornos de ansiedad generalizada.

Trastorno límite de la personalidad (TLP)

  • ¿Cómo ayuda? El Mindfulness es uno de los componentes clave de la Terapia Dialéctica Conductual (TDC), que es una de las intervenciones más efectivas para el TLP. Ayuda a las personas a desarrollar una mayor conciencia de sus emociones y a regularlas mejor.
  • Evidencia científica: Varios estudios han mostrado que la TDC, que incorpora técnicas de Mindfulness, es efectiva en la reducción de autolesiones, intentos de suicidio y hospitalizaciones en pacientes con TLP.

Trastornos de la alimentación

  • ¿Cómo ayuda? El Mindfulness puede ayudar a las personas a reconectar con sus señales internas de hambre y saciedad, reduciendo la alimentación compulsiva. Además, puede ayudar a mejorar la imagen corporal y a reducir la obsesión por el peso.
  • Evidencia científica: Un estudio publicado en Eating Disorders: The Journal of Treatment & Prevention encontró que una intervención basada en el Mindfulness reducía los síntomas de trastornos de la alimentación en mujeres con bulimia nerviosa.

Trastorno de estrés postraumático (TEPT)

  • ¿Cómo ayuda? El Mindfulness puede enseñar a las personas con TEPT a enfocarse en el presente y reducir la evitación, uno de los síntomas clave del trastorno.
  • Evidencia científica: Un estudio en el Journal of Traumatic Stress encontró que los veteranos de guerra que practicaban Mindfulness mostraban una reducción significativa en los síntomas de TEPT y depresión.

Trastorno obsesivo-compulsivo (TOC)

  • ¿Cómo ayuda? El Mindfulness puede ser útil para las personas con síntomas de TOC al ayudarles a desvincularse de sus obsesiones y a responder a ellas de manera menos reactiva. Puede enseñarles a observar sus pensamientos obsesivos sin actuar según los impulsos compulsivos.
  • Evidencia científica: Un estudio publicado en Mindfulness and Acceptance in Behavioral Practice encontró que la terapia basada en el Mindfulness y la aceptación reducía los síntomas del TOC en comparación con un grupo de control.

Adicciones

  • ¿Cómo ayuda? El Mindfulness puede ayudar a las personas con adicciones a reconocer y aceptar sus antojos sin actuar según ellos. También puede enseñarles a ser más conscientes de los desencadenantes y a responder a ellos de manera menos impulsiva.
  • Evidencia científica: Una revisión en JAMA Internal Medicine encontró que las intervenciones basadas en el Mindfulness eran más efectivas que otros tratamientos en la reducción del consumo de alcohol y drogas.

Trastornos del sueño

  • ¿Cómo ayuda? Practicar Mindfulness puede reducir el insomnio y mejorar la calidad del sueño al reducir los niveles de estrés y ansiedad, que suelen ser causas comunes de problemas de sueño.
  • Evidencia científica: Un estudio en JAMA Internal Medicine encontró que las personas que practicaban Mindfulness mejoraban significativamente su insomnio, calidad del sueño y fatiga en comparación con un grupo de control.

Trastornos de personalidad antisocial

  • ¿Cómo ayuda? El Mindfulness puede ayudar a las personas con trastorno de personalidad antisocial a desarrollar una mayor empatía y conciencia de los demás, y a reducir comportamientos impulsivos y agresivos.
  • Evidencia científica: Un estudio en The Journal of Forensic Psychiatry & Psychology encontró que los reclusos que practicaban Mindfulness mostraban una reducción en los comportamientos agresivos y una mejor autoconciencia.

Trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH)

  • ¿Cómo ayuda? El Mindfulness puede enseñar a las personas con TDAH a dirigir y mantener su atención de manera más efectiva, y a reducir la impulsividad.
  • Evidencia científica: Un estudio en Journal of Attention Disorders encontró que las personas con TDAH que practicaban Mindfulness experimentaban una mejora en la atención sostenida y una reducción de los síntomas hiperactivos e impulsivos.

Aunque el Mindfulness ha mostrado ser una herramienta prometedora en el manejo y tratamiento coadyuvante de diversas enfermedades mentales, es vital abordarlo con una perspectiva equilibrada.

No es una panacea ni un sustituto para los tratamientos convencionales.

Sin embargo, integrado adecuadamente en un plan terapéutico, puede ofrecer a los pacientes una valiosa habilidad para mejorar su bienestar.

Como en toda práctica, la individualización y el acompañamiento por profesionales capacitados son esenciales. Así que, antes de sumergirse en el océano del Mindfulness, asegúrate de contar con un buen “instructor de buceo”. Y recuerda, la atención plena no se trata de alcanzar un estado de perfección, sino de explorar, con curiosidad y sin juicio, el vasto paisaje de nuestra mente.

7. Desmitificando mitos: Las verdades y mentiras sobre el Mindfulness.

Como todo lo popular, el Mindfulness ha sido objeto de malentendidos, exageraciones y, sí, muchos mitos.

Así que, ponte cómodo y prepárate para desentrañar algunos de los mitos más comunes que rodean al Mindfulness. Y no, no necesitas sentarte en posición de loto para esto.

Mito 1: “El Mindfulness es una religión”.

Realidad: Aunque el Mindfulness tiene sus raíces en prácticas budistas, la versión que se practica en Occidente es completamente secular. No requiere ninguna creencia religiosa y se centra en técnicas psicológicas y de atención. Así que, no, no te convertirás en monje ni empezarás a recitar mantras misteriosos.

Mito 2: “Necesitas meditar horas y horas para obtener beneficios”.

Realidad: Aunque la práctica regular es esencial, incluso unos minutos al día pueden marcar una diferencia. Piensa en ello como hacer ejercicio: es mejor caminar un poco todos los días que correr un maratón una vez al año.

Mito 3: “El Mindfulness es solo para personas estresadas o con problemas”.

Realidad: Aunque puede ser especialmente útil para quienes enfrentan desafíos de salud mental, cualquiera puede beneficiarse de la práctica del Mindfulness. Desde estudiantes hasta atletas y empresarios, todos pueden aprovechar una mayor atención y conciencia.

Mito 4: “Practicar Mindfulness significa vaciar la mente”.

Realidad: ¡Incorrecto! El objetivo no es tener una mente en blanco, sino ser consciente de lo que está sucediendo en tu mente sin quedar atrapado en ello. Es más sobre observar que sobre eliminar pensamientos.

Mito 5: “Si me distraigo mientras practico, significa que no sirvo para esto”.

Realidad: ¡Bienvenido al club! La distracción es una parte natural de la experiencia humana. El Mindfulness se trata de notar cuándo te has distraído y volver suavemente al objeto de atención, ya sea tu respiración, tus sensaciones corporales u otros. No se trata de rendimiento, sino de práctica.

8. Conclusión: Integrando el Mindfulness en tu vida diaria.

Llegados a este punto, tal vez te sientas un poco abrumado con tanta información.

O quizá ya estés buscando cojines en Amazon para tu rincón de meditación.

Sea como sea, es importante recordar que el Mindfulness, en su esencia, es simple. Se trata de estar aquí y ahora, de conectarte contigo mismo y con el mundo que te rodea.

¿Quieres empezar? Aquí van algunos consejos prácticos para los ejercicios de Mindfulness:

  • Empieza poco a poco: No hace falta que medites una hora al día desde el principio. Comienza con 5 minutos y ve aumentando gradualmente.
  • Establece una rutina: Al igual que cepillarte los dientes o ducharte, intenta que el Mindfulness sea parte de tu rutina diaria. Quizá por la mañana al despertar o por la noche antes de dormir.
  • Usa la tecnología a tu favor: Existen muchas aplicaciones que ofrecen meditaciones guiadas. Son un excelente punto de partida para principiantes.
  • Sé amable contigo mismo: Si un día te olvidas de practicar o te encuentras demasiado distraído, no pasa nada. No se trata de ser perfecto, sino de ser consciente.
  • Lleva el Mindfulness fuera del cojín: La atención plena no se limita a la meditación. Puedes practicarla mientras comes, caminas, trabajas o incluso esperas en una cola. Es una habilidad que puedes llevar contigo a cualquier parte.

Para finalizar, quiero recordarte que el Mindfulness no es un destino, sino un viaje. Un viaje hacia una vida más consciente, presente y conectada. Así que, ya sea que decidas sumergirte de lleno o simplemente mojar tus pies, te deseo un viaje lleno de descubrimientos y momentos presentes.

FAQs sobre Mindfulness

¿Qué es exactamente el Mindfulness?

Es una práctica de atención plena al momento presente de manera intencionada y sin juzgar.

¿Necesito ser religioso para practicar Mindfulness?

No, el Mindfulness practicado en Occidente es secular y no requiere ninguna creencia religiosa.

¿Cuánto tiempo debo meditar cada día?

Puedes comenzar con solo 5 minutos al día y aumentar gradualmente según te sientas cómodo.

¿Es el Mindfulness lo mismo que la meditación?

El Mindfulness es una forma de meditación, pero no todas las meditaciones son Mindfulness. Se centra específicamente en la atención plena al momento presente.

Me distraigo fácilmente, ¿significa que no puedo practicar Mindfulness?

¡Todo lo contrario! La distracción es natural. El Mindfulness te enseña a notar cuándo te distraes y a volver al momento presente.

¿El Mindfulness puede ayudar con mi ansiedad/depresión?

Sí, hay evidencia científica que sugiere que el Mindfulness puede ser beneficioso para tratar síntomas de ansiedad y depresión. Sin embargo, siempre es recomendable consultar con un profesional.

¿Puedo practicar Mindfulness si estoy tomando medicamentos?

Sí, el Mindfulness es una práctica compatible con tratamientos médicos. Siempre es bueno informar a tu médico o terapeuta si decides comenzar a practicar.

¿Existen contraindicaciones para el Mindfulness?

En general, el Mindfulness es seguro. Sin embargo, si tienes un trastorno de salud mental grave, es fundamental que lo abordes bajo la supervisión de un profesional.

¿Cómo sé si lo estoy haciendo bien?

No hay una forma “correcta” o “incorrecta” de practicar Mindfulness. Si estás prestando atención al momento presente, ¡lo estás haciendo bien!

¿Necesito algún equipo especial para practicar?

No, solo necesitas un lugar tranquilo. Sin embargo, un cojín o silla cómoda puede ser útil.

¿Hay edades recomendadas para practicar Mindfulness?

No hay limitaciones de edad. Niños, adultos y ancianos pueden beneficiarse de la práctica.

¿El Mindfulness es solo para relajarse?

No, aunque puede ser relajante, el objetivo principal es desarrollar una mayor conciencia y atención al momento presente.

¿Puedo practicar Mindfulness si nunca he meditado?

¡Claro! No necesitas experiencia previa para comenzar.

¿Hay estudios científicos que respalden el Mindfulness?

Sí, hay numerosos estudios que respaldan los beneficios del Mindfulness en diversas áreas de la salud.

¿El Mindfulness es solo una moda pasajera?

Aunque ha ganado popularidad recientemente, el Mindfulness tiene raíces antiguas y ha demostrado ser beneficioso en numerosas investigaciones.

¿Es el Mindfulness lo mismo que el yoga?

No, pero ambos comparten similitudes en cuanto a la atención plena y la conexión mente-cuerpo.

Me siento incómodo cerrando los ojos, ¿es necesario?

No, puedes practicar Mindfulness con los ojos abiertos. Lo importante es tu atención.

¿Puedo practicar Mindfulness en cualquier lugar?

¡Sí! Ya sea en casa, en el trabajo, o incluso en el transporte público. Cualquier lugar es bueno para practicar.

He oído hablar de retiros de Mindfulness, ¿son necesarios?

No, pero pueden ser una experiencia útil si quieres profundizar en tu práctica.

¿El Mindfulness es solo para personas con problemas de salud mental?

No, cualquier persona puede beneficiarse de la atención plena y la mayor conciencia que aporta el Mindfulness.

Si te encuentras con ansiedad o depresión o si tienes un ser querido que lo está haciendo, ponemos a tu disposición a nuestros psiquiatras online y te invitamos a solicitar una visita en nuestra consulta.

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