¿Crees que el alcohol es una sustancia relajante? Muchas personas recurren al alcohol cuando se sienten deprimidas o nerviosas, ya que les hace sentirse mejor en ese justo momento. Sin embargo, si sabes qué es la depresión, sabrás también que no es la mejor manera como cuidar la salud mental. Y es que probablemente hayas escuchado que el alcohol no sólo es una sustancia adictiva, sino también que alcohol y depresión están muy relacionados: el alcohol provoca depresión.
Hoy te voy a hablar de la relación entre alcohol y depresión: como funciona esta relación, qué síntomas puede generar el alcohol y como evitar que todo ello derive en un problema.
Alcohol y depresión: ¿Qué es un depresor?
Al contrario de lo que el nombre pudiera hacer imaginar, que una sustancia se considere un depresor no significa que deprime emocionalmente a una persona.
Sí, a veces también sucede.
Pero, en sí, los depresores son un tipo de sustancia que inhibe o deprime nuestro sistema nervioso central (SNC) .
Esto significa que cualquier cosa que se clasifique como depresor afectaría y ralentizaría la actividad de nuestro cerebro y sistema nervioso.
El alcohol, los barbitúricos, los tranquilizantes y el opio y sus derivados (morfina, codeína, heroína, metadona) son ejemplos de depresores del SNC.
Si usamos depresores del SNC, experimentamos una reducción en nuestra actividad cerebral y de la conciencia.
Esto sucede porque el depresor bloquea mensajes de los receptores nerviosos a nuestro cerebro.
Y ello hace cambiar nuestras emociones, juicios, movimientos, percepciones, sentidos y más.
Y es que, si consumimos depresores, instantáneamente somos más vulnerables a varios riesgos para la salud, lesiones e incluso a la muerte.
No nos hace sentir tristes cuando usamos la droga.
Al contrario, nos hacen sentir agradables y relajarnos, tranquilizando nuestras mentes.
Pero cuando se abusa o se usan mal, las consecuencias se acumulan y estas sustancias se vuelven emocionalmente deprimentes hasta el punto de poner en peligro la vida.
Muchos depresores, como el alcohol, son muy adictivos y, si se abusa de ellos a largo plazo, pueden provocar síntomas de trastornos de salud mental, incluida la depresión.
Alcohol y depresión: ¿es el alcohol un depresor?
Si bien muchas personas beben alcohol como estimulante o como una forma de sentirse mejor, la realidad es bien distinta.
Y es que el alcohol es un depresor del sistema nervioso central (SNC).
¿Cómo lo hace?
El alcohol, al igual que otros depresores, perjudica y ralentiza la actividad física y psicológica.
De esta manera, ralentiza la actividad cerebral y reduce su capacidad para tomar decisiones lógicas y racionales.
También contribuye a un juicio distorsionado y menos inhibición, además de producir otros síntomas similares a otros depresores.
Debido a esto, mientras están intoxicadas (borrachas), muchas personas toman decisiones que nunca hubieran tomado si hubieran estado sobrias.
Efectos del alcohol sobre tu salud mental: depresión
Cuando se consume en cantidades limitadas o según las indicaciones de tu médico, el alcohol proporciona, a corto plazo, sensaciones de relajación y de reducción de los síntomas de ansiedad.
Sin embargo, “por debajo de esto” genera otros efectos.
Si bien el alcohol puede hacerte sentir mejor, sólo lo hace por un período corto de tiempo, de unos minutos.
Después, el alcohol sólo puede desanimarte, especialmente cuando se abusa de él y puede provocarte una depresión.
Y es que, aunque hay una parte de la depresión que es hereditaria, la depresión también puede venir provocada por otros elementos, entre ellos el alcohol.
No es algo sorprendente. Muchas sustancias que tomamos habitualmente tienen un efecto en la salud mental. Por ejemplo, es conocida la relación entre café y ansiedad.
Respecto al alcohol, no sólo puede provocar depresión. Respecto a tu salud mental, puede hacer que empeore tu ansiedad, insomnio o cualquier síntoma esta.
Es por eso que los profesionales recomiendan evitar el uso del alcohol en personas con problemas de su salud mental.
No es tanto por los problemas que el alcohol pueda dar con los medicamentos (que también, aunque no es lo principal): es más por el efecto directo del alcohol sobre la salud mental.
Intoxicación por alcohol
Si además no te andas con cuidado, beber demasiado alcohol de golpe conduce a una intoxicación (borrachera).
Y esto es lo que te puede suceder en una intoxicación:
- Habilidades motoras y coordinación deterioradas
- Confusión y / o nubosidad mental
- Deterioro cognitivo y de la memoria.
- Habla arrastrada
- La presión arterial baja con latidos cardíacos más lentos
- Respiración más lenta o deprimida
- Náuseas y / o vómitos
- Euforia o convulsiones
- Somnolencia o inconsciencia
- Inestabilidad emocional y / o cambios de humor.
Cuando se abusa del alcohol y la persona está borracha, puede haber consecuencias graves y perjudiciales.
Y es que en este estado puedes correr más riesgos y tomar decisiones que pueden ser un peligro para ti e incluso para otras personas.
Incluso puede causar una sobredosis o intoxicación por alcohol que puede provocar la muerte.
Evidentemente cualquier intoxicación por alcohol hará que empeore el estado de una persona con depresión, ansiedad o cualquier problema de salud mental.
Alcohol y depresión: riesgos
Ahora que ya sabes que hay una clara relación entre alcohol y depresión, debes saber algunas cosas más.
Y es que, por ejemplo, las personas que tienen depresión y problemas de alcohol suelen tener un pronóstico peor que las que sólo tienen depresión.
Tiene su lógica: hay que tratar dos cosas en lugar de una sola.
Por otro lado, las depresiones relacionadas con el alcohol pueden dar más fácilmente síntomas de depresión grave y generan más riesgo de suicidio.
Además, el alcohol puede dañar la salud física (el hígado, la memoria…), lo que complica más la mejoría de las depresiones (más preocupaciones para la persona, más posibilidades de que tomando antidepresivos te sienten peor…).
Alcohol y depresión: tratamiento
De entrada es fundamental tener clara una cosa: si tienes una adicción al alcohol y depresión, la depresión no se mejorará si no se soluciona antes el problema con el alcohol.
Y es que la explicación la tienes al principio de este artículo: el alcohol, él solito, provoca depresión.
Por más que te den medicamentos antidepresivos, el alcohol, de algún modo, “anula sus efectos” y no deja que la depresión mejore.
Por eso, si tú o alguien que conoces bebe una cantidad de alcohol que le perjudica, es importante pedir ayuda.
En la medida de lo posible, evita el uso de alcohol y habla con un profesional sobre cómo puede dar los pasos iniciales hacia la sobriedad.
Tratamiento de la dependencia del alcohol
Cuando tenemos un problema de alcohol y depresión, hay que empezar por tratar el problema de alcohol. O hacerlo a la vez.
Pero sin tratar el problema de alcohol la depresión no mejorará.
El tratamiento de la dependencia del alcohol, suele conllevar dos fases:
- Fase de desintoxicación: es un periodo de tiempo en que el cuerpo “tiene que limpiarse” de los efectos del alcohol. En esta fase hay que evitar que aparezcan síntomas de abstinencia del alcohol, ya que pueden ser peligrosos. Por eso, esta fase se realiza muchas veces con un ingreso en una unidad adecuada o con una supervisión estrecha por parte de los médicos y familiares.
- Fase de deshabituación: en este periodo se trabaja para evitar recaídas en el consumo, para hacer desaparecer la “adicción psicológica” al alcohol y establecer conductas sanas que ayuden a la persona con el problema a mantenerse alejado de la sustancia.
Tratamiento de la depresión en personas con dependencia del alcohol
A la vez que se empieza la desintoxicación o la deshabituación, se puede empezar el tratamiento para la depresión.
El tratamiento de la depresión en personas con problemas de alcohol es muy similar al tratamiento de la depresión en general:
- Se suele empezar un tratamiento con un antidepresivo ISRS: las opiniones de la sertralina, las opiniones del citalopram, las opiniones de la fluoxetina… coinciden en señalar su eficacia en el tratamiento de la depresión.
- Si no hay mejoría se sustituye el ISRS por otros tipos de antidepresivos: las opiniones de la venlafaxina o las opiniones de la duloxetina, coinciden en señalar su eficacia en estos casos.
- En la medida de lo posible, se intenta evitar el uso de los ansiolíticos, hipnóticos o sustancias que puedan crear adicción. En estos casos, las opiniones del diazepam, las opiniones del lorazepam o las opiniones del lormetazepam no son tan buenas como en casos en que no hay problemas de alcohol de por medio. Tiene lógica: si ya tienes adicción por el alcohol, no hay que arriesgarse a tener otra.
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2 comentarios
Hola doctor.
Muy interesante el post. Una pregunta, los ansiolíticos a largo plazo también pueden provocar una depresión?..no me refiero a un abuso donde entiendo que si la produciria, me refiero a un ansiolítico pautado pero a largo plazo..gracias!!
Hola Juan, no hay evidencia de que eso suceda, con lo que puedes estar tranquilo.
Un saludo.