Manías de las personas con Alzheimer, delirios y alucinaciones: no sólo es la memoria

manías de las personas con Alzheimer

Las personas con Alzheimer y otras demencias no sólo tienen problemas con su memoria. Al contrario, las personas con Alzheimer pueden presentar manías como la colección de objetos y la repetición de palabras. Además, pueden experimentar delirios, alucinaciones o cambios en su personalidad, deambular de forma compulsiva o tener episodios de agitación. En este artículo vas a aprender con detalle todo lo referente a estos síntomas.

Introducción

De entre todas las personas con demencia, la mayoría tiene la llamada enfermedad de Alzheimer.

El Alzheimer es una demencia que afecta principalmente a la memoria y otras funciones cognitivas, siendo una de las causas más comunes de demencia en adultos mayores. En este contexto, las manías —comportamientos repetitivos y compulsivos— emergen frecuentemente, afectando significativamente tanto a los pacientes como a sus cuidadores.

Comprender estas manías es crucial para manejar sus impactos diarios y mejorar la calidad de vida de todos los involucrados. Este artículo se enfoca en identificar las manías más frecuentes en el Alzheimer, entender sus causas y ofrecer estrategias efectivas para su manejo.

¿Qué son las manías de las personas con Alzheimer?

Definición de Manías de las personas con Alzheimer

Las manías (u obsesiones, como les llaman algunas personas), son comportamientos repetitivos, compulsivos e irracionales que una persona siente la urgencia de realizar, a menudo sin una razón evidente o práctica. Estos comportamientos pueden incluir actividades como abrir y cerrar puertas repetidamente, acumular objetos innecesarios, o repetir ciertas palabras o frases.

Ejemplos Generales de Manías de las personas con Alzheimer

  • Acumulación: Guardar compulsivamente objetos sin valor aparente.
  • Verificación: Revisar las cerraduras o los electrodomésticos múltiples veces.
  • Repetición: Repetir acciones simples como tocar un objeto varias veces.

Diferenciación entre manías de las personas con Alzheimer, Hábitos y Rituales

Aunque manías, hábitos y rituales pueden parecer similares, difieren en sus motivaciones y efectos:

  • Hábitos: Son comportamientos automáticos, como cepillarse los dientes, que se realizan regularmente y suelen tener un propósito práctico.
  • Rituales: Involucran una serie de acciones ejecutadas de manera secuencial, a menudo por razones culturales o religiosas, que proporcionan confort o significado a la persona.
  • Manías: A diferencia de los hábitos y rituales, las manías no tienen un propósito funcional claro y son ejecutadas como respuesta a una ansiedad subyacente, a menudo resultando en estrés o interferencia en la vida cotidiana.

Este entendimiento es fundamental para abordar adecuadamente las manías en el contexto del Alzheimer, diferenciándolas de otros comportamientos repetitivos.

Causas de las Manías de la Persona con Alzheimer

Las manías en personas con Alzheimer suelen estar asociadas a los cambios neurodegenerativos que ocurren en el cerebro debido a la enfermedad.

Aquí te explico las principales causas que pueden desencadenarlas:

1. Alteraciones neurológicas
La enfermedad de Alzheimer provoca cambios en áreas del cerebro responsables del control emocional y conductual, como el lóbulo frontal y el sistema límbico. Esto puede generar comportamientos impulsivos, repetitivos o extremos que se manifiestan como manías, como acumular objetos, repetir preguntas o realizar movimientos constantes.

2. Ansiedad y desorientación
Las personas con Alzheimer a menudo experimentan confusión y desorientación debido a su incapacidad para comprender su entorno o recordar eventos recientes. Esto puede derivar en conductas obsesivas o maníacas como una forma de recuperar un sentido de control o seguridad.

3. Estímulos ambientales
Un ambiente ruidoso, caótico o mal estructurado puede generar estrés en personas con Alzheimer, lo que contribuye a la aparición de manías. Por ejemplo, un exceso de estímulos visuales o auditivos puede provocar que la persona se agite o se obsesione con ciertos detalles del entorno.

4. Efectos secundarios de medicamentos
Algunos medicamentos utilizados para tratar los síntomas del Alzheimer o enfermedades asociadas pueden tener efectos secundarios que intensifican los comportamientos maníacos. Es importante revisar regularmente el tratamiento con el médico para minimizar este riesgo.

5. Cambios en el ritmo circadiano
Muchas personas con Alzheimer presentan alteraciones en sus ciclos de sueño y vigilia. Estas alteraciones pueden generar estados de hiperactividad durante ciertos momentos del día, contribuyendo a conductas repetitivas o maníacas.

6. Dolor o malestar físico no comunicado
En ocasiones, las manías pueden ser una forma en que la persona expresa un malestar físico que no puede comunicar verbalmente debido al deterioro cognitivo. Es fundamental prestar atención a posibles señales de dolor o incomodidad.

7. Factores emocionales o psicológicos
El miedo, la frustración y la tristeza son emociones comunes en personas con Alzheimer, y pueden manifestarse como conductas compulsivas o maníacas. Estas emociones suelen ser el resultado de la pérdida progresiva de habilidades y de la conciencia de su propia enfermedad.

Manías u Obsesiones Comunes de Personas con Alzheimer

El Alzheimer puede manifestar diversas obsesiones, cada una con características particulares que afectan el comportamiento del paciente.

A continuación, se describen algunas de las manías más comunes observadas en personas con esta enfermedad:

  1. Acumulación
    • Descripción: Tendencia a guardar objetos sin valor práctico o emocional, llenando el espacio vital con acumulaciones desordenadas.
    • Manifestación en el Alzheimer: Los pacientes pueden sentir una necesidad compulsiva de guardar cosas debido a la ansiedad de perder algo importante, lo cual es exacerbado por su deterioro de la memoria.
  2. Repetición de Preguntas
    • Descripción: Preguntar lo mismo una y otra vez, a pesar de haber recibido ya una respuesta.
    • Manifestación en el Alzheimer: Este comportamiento suele ser resultado de la incapacidad para recordar la información recién adquirida o la conversación reciente.
  3. Caminar sin Rumbo
    • Descripción: Deambular de un lugar a otro sin un destino o propósito claro.
    • Manifestación en el Alzheimer: Los pacientes pueden caminar sin rumbo como respuesta a la confusión o la desorientación espacial típica de la enfermedad.
  4. Rumiación Verbal
    • Descripción: Repetición constante de palabras, frases o sonidos.
    • Manifestación en el Alzheimer: A menudo, los pacientes repiten palabras o frases como un mecanismo para manejar la ansiedad o llenar los vacíos en su comunicación causados por la pérdida de memoria.
  5. Manipulación de Objetos
    • Descripción: Tocar, girar o manipular objetos de manera constante y repetitiva.
    • Manifestación en el Alzheimer: Esta manía puede ser una forma de lidiar con la ansiedad o mantener las manos ocupadas cuando las habilidades cognitivas están disminuidas.

Estas manías no solo son desafiantes para el paciente, sino que también pueden generar estrés y frustración en los cuidadores y otros miembros de la familia.

Ejemplos de manías más comunes en personas con Alzheimer

Aquí te detallo algunos ejemplos frecuentes de manías de personas con Alzheimer que he observado en mi práctica:

1. Repetir palabras o frases
Es común que las personas con Alzheimer repitan constantemente una palabra, frase o pregunta. Esto puede deberse a la ansiedad, a la necesidad de buscar seguridad o simplemente a la pérdida de memoria a corto plazo que les lleva a olvidar que ya lo dijeron.

2. Acomodo obsesivo de objetos
Algunos pacientes desarrollan la necesidad de organizar repetidamente objetos, como apilar papeles, alinear utensilios o mover cosas de un lugar a otro. Aunque estas acciones pueden parecer inofensivas, en ocasiones interfieren con la rutina diaria.

3. Recolección o acumulación de objetos
La acumulación compulsiva de objetos, como servilletas, revistas o cosas que encuentran por la casa, es otra manía frecuente. A veces, esta conducta se asocia con el miedo a «perder» cosas importantes o con la confusión sobre su utilidad.

4. Conductas alimentarias repetitivas
Algunos pacientes insisten en comer el mismo alimento repetidamente o desarrollan rituales específicos relacionados con las comidas. También puede manifestarse como una obsesión por querer comer constantemente.

5. Deambulación repetitiva
Caminar sin un propósito definido, a menudo siguiendo un mismo trayecto o patrón, es una conducta habitual en el Alzheimer. Esta manía puede estar relacionada con la inquietud, la ansiedad o simplemente con la pérdida de orientación.

6. Obsesión por una actividad específica
Algunas personas con Alzheimer pueden enfocarse de manera obsesiva en una actividad concreta, como doblar ropa, limpiar una superficie o regar las plantas, repitiéndola constantemente.

7. Revisar cosas constantemente
Otra manía común es revisar repetidamente cajones, armarios o incluso cerrar y abrir puertas. Esto puede reflejar inseguridad o un intento de buscar algo que no recuerdan.

Tratamiento de las manías en personas con Alzheimer

El tratamiento de las manías en personas con Alzheimer requiere un enfoque personalizado y cuidadoso. Las manías pueden manifestarse en estos pacientes como episodios de irritabilidad extrema, actividad descontrolada, o comportamientos impulsivos que complican su cuidado diario. Como psiquiatra, abordo estas situaciones considerando tanto la enfermedad de Alzheimer como las características específicas de la manía.

Objetivos del tratamiento

  1. Reducir los síntomas de la manía para mejorar la calidad de vida del paciente.
  2. Minimizar los riesgos asociados con la agitación y la impulsividad, como caídas o conductas peligrosas.
  3. Estabilizar el estado de ánimo a largo plazo, teniendo en cuenta los cambios cognitivos asociados con el Alzheimer.

Estrategias de tratamiento:

  1. Evaluación integral
    Antes de iniciar el tratamiento, es crucial identificar las causas subyacentes. En personas con Alzheimer, la manía puede ser consecuencia de la propia enfermedad, del uso de ciertos medicamentos o de factores externos como el estrés o infecciones. Realizo una evaluación detallada para descartar estas posibles causas.
  2. Uso de estabilizadores del ánimo
    Los estabilizadores del ánimo, como el valproato o la lamotrigina, pueden ser útiles en el manejo de las manías. Estos medicamentos ayudan a regular las fluctuaciones del estado de ánimo y a prevenir futuros episodios. Sin embargo, es esencial ajustar la dosis para evitar interacciones o efectos secundarios excesivos en pacientes mayores.
  3. Antipsicóticos atípicos
    En casos de manías severas o comportamientos agresivos, los antipsicóticos atípicos como la quetiapina o la risperidona pueden ser efectivos. Selecciono estas opciones con precaución, ya que en personas con Alzheimer pueden aumentar el riesgo de efectos secundarios como somnolencia, rigidez o problemas cardiovasculares.

Cómo Manejar las Manías de la Persona con Alzheimer en Casa

Manejar las obsesiones en pacientes con Alzheimer requiere paciencia, comprensión y estrategias efectivas.

Aquí te explico cómo manejar mejor estas situaciones en casa.

1. Comprender las manías
Las manías suelen ser una respuesta al entorno o a una necesidad no satisfecha. Es importante observar cuándo y dónde ocurren, ya que esto puede darte pistas sobre posibles desencadenantes, como el ruido, el hambre o el cansancio.

2. Mantén una rutina diaria
Una rutina estructurada proporciona seguridad y estabilidad a las personas con Alzheimer. Intenta que las actividades se realicen siempre a la misma hora para reducir la confusión y la ansiedad que pueden desencadenar manías.

3. Ofrece distracciones positivas
Cuando una manía se torna repetitiva o disruptiva, una distracción puede ser útil. Proporciona una actividad simple y placentera, como escuchar música, mirar fotografías familiares o realizar tareas manuales adaptadas a sus capacidades.

4. Responde con calma y paciencia
Evita confrontaciones o intentar razonar directamente con la persona sobre su conducta. En lugar de corregir, valida sus emociones diciendo frases como: “Entiendo que esto te preocupa”, para luego redirigir su atención a otra actividad.

5. Crea un entorno seguro
Asegúrate de que el entorno esté adaptado para minimizar riesgos. Retira objetos peligrosos que puedan ser utilizados de manera inadecuada durante un episodio de manía y organiza los espacios para reducir la estimulación excesiva.

6. Identifica necesidades insatisfechas
A veces, las manías pueden ser un signo de incomodidad física, como hambre, sed, dolor o necesidad de ir al baño. Observa si la conducta mejora al atender estas posibles causas.

7. Busca apoyo emocional para ti
Cuidar de alguien con Alzheimer puede ser emocionalmente agotador. No dudes en buscar apoyo, ya sea en grupos de cuidadores, familiares o profesionales de la salud mental. Es importante que también cuides de tu bienestar para poder ayudar mejor a la persona bajo tu cuidado.

8. Consulta con un especialista si es necesario
Si las manías son muy intensas o interfieren gravemente con la calidad de vida de la persona o de la familia, consulta con un especialista. Algunas intervenciones médicas o terapéuticas pueden ayudar a reducir estas conductas.

Diferencia entre Manías y Delirios en Personas con Alzheimer

El Alzheimer y otras demencias pueden provocar alteraciones significativas en el comportamiento y en la percepción de la realidad.

Dos términos que suelen confundirse en este contexto son «manía» y «delirio», ambos con características distintas, pero importantes de diferenciar para el adecuado manejo del paciente.

  • 1. ¿Qué es una Manía?

En el contexto del Alzheimer, las «manías» u «obsesiones» suelen referirse a comportamientos repetitivos o fijaciones, que pueden no tener un fundamento claro.

Algunos ejemplos incluyen la repetición constante de preguntas, la fijación con ciertos objetos o la insistencia en realizar acciones que, para el paciente, se han convertido en «rutinas» obsesivas. Estas manías no están necesariamente relacionadas con una alteración profunda de la realidad, sino con una respuesta a la ansiedad o confusión del entorno.

  • Ejemplos comunes:
    • Revisar puertas repetidamente para asegurarse de que están cerradas.
    • Acumular objetos sin razón aparente.
    • Preguntar reiteradamente lo mismo, incluso habiendo recibido respuestas.
  • 2. ¿Qué es un Delirio?

El delirio, en cambio, implica una desconexión más severa con la realidad.

Los delirios en personas con Alzheimer son creencias falsas, a menudo extrañas o paranoides, que el paciente cree firmemente a pesar de pruebas en contra.

Estos episodios pueden estar acompañados de alucinaciones (percepción de cosas que no existen) y, a menudo, generan un mayor grado de angustia tanto para el paciente como para sus cuidadores.

  • Ejemplos comunes:
    • Creer que alguien les está robando.
    • Pensar que están en una casa diferente cuando, en realidad, están en su hogar.
    • Tener la convicción de que sus seres queridos son impostores.
  • 3. Diferencias Clave
  • Conexión con la realidad: Las manías suelen ser comportamientos repetitivos sin una alteración significativa de la realidad, mientras que los delirios implican creencias falsas y una distorsión profunda de cómo el paciente percibe el entorno.
  • Grado de angustia: Los delirios tienden a generar más sufrimiento y pueden llevar al paciente a actuar de manera errática o agresiva, mientras que las manías son más molestas o frustrantes, pero no implican la misma desconexión.
  • 4. Manejo de Manías y Delirios en Personas con Alzheimer
  • Para las manías: Es útil mantener rutinas claras y ambientes tranquilos para reducir la ansiedad que puede desencadenar comportamientos repetitivos.
  • Para los delirios: En estos casos, se requiere un manejo más complejo, que puede incluir la intervención farmacológica y técnicas no confrontativas para ayudar al paciente a sentirse seguro sin entrar en confrontación directa con sus creencias.

Delirios y alucinaciones en personas con Alzheimer

Los delirios y las alucinaciones son manifestaciones comunes en pacientes con Alzheimer, y su manejo representa un desafío tanto para cuidadores como para profesionales de la salud.

Esta sección explora la naturaleza de los delirios, su diferencia con las alucinaciones, los tipos más frecuentes que afectan a estos pacientes y las estrategias efectivas para su intervención y apoyo.

Diferencia entre Delirios y Alucinaciones

Los delirios y las alucinaciones son síntomas psicóticos que frecuentemente se confunden, pero es crucial distinguir entre ellos para un diagnóstico y tratamiento adecuados:

  • Delirios: Creencias falsas o alteradas que el paciente considera verdaderas, a pesar de la evidencia en contra. Estos no involucran percepciones sensoriales directas.
  • Alucinaciones: Experiencias perceptivas sin estímulo externo real, como oír voces o ver objetos que no están presentes.

En el Alzheimer, los delirios suelen ser más comunes que las alucinaciones y pueden provocar una gran angustia emocional y confusión en el paciente.

Tipos de delirios en la persona con Alzheimer

En mi experiencia, los delirios son síntomas neuropsiquiátricos frecuentes en personas con Alzheimer, especialmente en etapas intermedias o avanzadas de la enfermedad. Estos delirios suelen estar relacionados con alteraciones en la percepción de la realidad, y pueden generar confusión, ansiedad o conductas problemáticas. Aquí te explico los tipos más comunes que encuentro en la práctica clínica:

1. Delirio de persecución
Es uno de los más frecuentes en personas con Alzheimer. El paciente cree que alguien quiere hacerle daño, le está robando o conspirando contra él. Por ejemplo, puede pensar que un familiar le está robando dinero o que un vecino lo espía. Este delirio suele estar asociado a la desconfianza y puede generar conflictos con sus cuidadores.

2. Delirio de robo o pérdida
En este tipo de delirio, la persona cree que sus pertenencias han sido robadas, cuando en realidad pueden haberse extraviado o simplemente olvidado. Es común que acuse a familiares o cuidadores de robar objetos personales como ropa, joyas o dinero, lo que puede generar tensiones en el entorno familiar.

3. Delirio de identidad errónea
Aquí, el paciente puede confundir la identidad de las personas que le rodean, creyendo, por ejemplo, que un familiar cercano es un impostor o que una persona desconocida es alguien de su pasado. Esto puede deberse a alteraciones en la memoria y el reconocimiento facial.

4. Delirio de infidelidad o celos
Aunque menos frecuente, algunas personas con Alzheimer desarrollan delirios de celos, creyendo que su pareja o cónyuge les es infiel. Este tipo de delirio puede generar emociones intensas como ira o tristeza, y suele estar relacionado con la desorientación temporal o la confusión acerca de la relación actual.

5. Delirio de presencia o duplicación
En este caso, la persona cree que hay alguien más en la casa, como un intruso o un «doble» de sí mismo o de otra persona. Es común en situaciones donde el entorno se percibe como extraño o amenazante debido a la progresión de la enfermedad.

Alucinaciones en personas con Alzheimer

Las alucinaciones son un síntoma menos común pero muy perturbador de la demencia de Alzheimer, que puede causar confusión y angustia tanto en los pacientes como en sus cuidadores.

En esta sección, describiremos los diferentes tipos de alucinaciones del Alzheimer, cómo afectan a los pacientes y ofreceremos técnicas prácticas para afrontar estos episodios.

Tipos de Alucinaciones en el Alzheimer

  • Alucinaciones Visuales

Las alucinaciones visuales son las más frecuentes en pacientes con Alzheimer. Pueden incluir visiones de personas, animales, o escenas completas que no están presentes. Estas alucinaciones pueden ser muy realistas y detalladas.

  • Alucinaciones Auditivas

Las alucinaciones auditivas son menos comunes que las visuales en el Alzheimer. Los pacientes pueden escuchar voces, música, o sonidos inexistentes. Estas experiencias auditivas pueden ser confusas y generar ansiedad.

  • Alucinaciones Táctiles

Aunque menos comunes, algunos pacientes con Alzheimer experimentan alucinaciones táctiles, sintiendo que algo o alguien les está tocando cuando no hay nadie allí. Estas sensaciones pueden ser desagradables y angustiosas.

¿Alzheimer y alucinaciones nocturnas?: Frecuencia en Diferentes Momentos del Día

Las alucinaciones en la enfermedad de Alzheimer pueden ocurrir en cualquier momento del día, pero tienden a ser más frecuentes durante la noche. Este fenómeno se conoce como «síndrome del ocaso» o «sundowning», y se caracteriza por un aumento de la confusión, agitación y alucinaciones al caer la tarde y por la noche. Las razones para esto no están completamente claras, pero pueden incluir:

  • Cambios en la Iluminación: La disminución de la luz natural puede crear sombras y distorsiones visuales que exacerban las alucinaciones visuales.
  • Fatiga: La fatiga acumulada a lo largo del día puede aumentar la confusión y la susceptibilidad a las alucinaciones.
  • Desorientación Temporal: La caída de la tarde y la noche pueden alterar el reloj biológico, aumentando la desorientación y las alucinaciones.

Cómo Afectan estas Alucinaciones a los Pacientes con Alzheimer

Las alucinaciones pueden ser profundamente desorientadoras y a menudo asustan o confunden a los pacientes, lo que puede llevar a:

  • Ansiedad y Miedo: Sentimientos de miedo debido a alucinaciones amenazantes o desconcertantes.
  • Reacciones de Defensa: Comportamientos agresivos o defensivos en respuesta a alucinaciones percibidas como reales.
  • Aislamiento Social: Retirada de interacciones sociales por miedo a hablar sobre las alucinaciones o ser juzgados por ellas.
  • Perturbación del Sueño: Dificultades para dormir debido al miedo o la confusión causados por las alucinaciones nocturnas.

Tratamiento de los Delirios y Alucinaciones en personas con Alzheimer

El Alzheimer desencadenar síntomas psiquiátricos como delirios y alucinaciones. Estas manifestaciones pueden causar gran malestar tanto en el paciente como en sus cuidadores.

A continuación, se detallan las estrategias más comunes para el tratamiento de estos síntomas.

  • 1. Evaluación de los Delirios y Alucinaciones

Antes de iniciar cualquier tratamiento, es esencial que un médico evalúe la naturaleza y la gravedad de los delirios y alucinaciones.

En algunos casos, estos síntomas pueden estar provocados por factores como infecciones, medicamentos, o problemas metabólicos, que pueden ser tratados directamente sin necesidad de usar antipsicóticos.

  • 2. Intervenciones No Farmacológicas

Siempre que sea posible, se prefieren las intervenciones no farmacológicas como primer enfoque. Algunas estrategias incluyen:

  • Creación de un entorno tranquilo y predecible: Eliminar ruidos, luces brillantes y cambios abruptos en la rutina puede reducir la confusión y la ansiedad.
  • Reafirmación de la realidad: Hablar de forma calmada y reafirmar con suavidad lo que está ocurriendo puede ayudar a reducir la intensidad de los delirios.
  • Acompañamiento constante: La presencia de familiares o cuidadores cercanos puede brindar seguridad al paciente.
  • 3. Tratamiento Farmacológico

Si las intervenciones no farmacológicas no resultan suficientes y los delirios o alucinaciones están afectando gravemente la calidad de vida del paciente, se pueden considerar medicamentos.

Las opciones incluyen:

  • Antipsicóticos atípicos: Medicamentos como la quetiapina, la risperidona o el haloperidol pueden ser utilizados para reducir estos síntomas. Sin embargo, su uso debe ser estrictamente controlado, ya que en personas con demencia aumentan el riesgo de efectos adversos graves, como accidentes cerebrovasculares o sedación excesiva.
  • Inhibidores de la acetilcolinesterasa: Medicamentos como la donepezila o la rivastigmina, utilizados para tratar la demencia en sí misma, también pueden ayudar a disminuir los síntomas psiquiátricos en algunos pacientes.
  • Benzodiacepinas: En casos de agitación severa, pueden utilizarse de manera muy puntual, aunque su uso a largo plazo no se recomienda debido al riesgo de confusión y caídas.
  • 4. Riesgos y Monitorización

El tratamiento farmacológico debe ser el último recurso y siempre administrado bajo una estricta supervisión médica, ya que los medicamentos antipsicóticos y sedantes pueden aumentar el riesgo de mortalidad en pacientes con demencia. El médico debe ajustar las dosis de manera cuidadosa y realizar un seguimiento frecuente para evaluar la respuesta del paciente y minimizar efectos adversos.

  • 5. Apoyo a los Cuidadores

Los delirios y alucinaciones en personas con Alzheimer pueden ser agotadores para los cuidadores. Proveer información y recursos sobre cómo manejar estas situaciones es crucial. Grupos de apoyo o terapias psicológicas para los cuidadores también pueden ser de gran ayuda para evitar el agotamiento emocional.

Consejos adicionales para cuidadores y familiares

Los cuidadores y familiares de personas con Alzheimer juegan un papel fundamental en la calidad de vida de los pacientes. A continuación, se presentan recomendaciones adicionales para brindar el mejor cuidado y apoyo a sus seres queridos:

Reducción del consumo de cafeína y manteniendo un ambiente estable

  • Evitar el exceso de cafeína en la dieta del paciente, ya que puede aumentar la agitación.
  • Crear un entorno tranquilo y predecible para minimizar el estrés y la confusión.
  • Proporcionar alimentos y bebidas descafeinados para promover la calma.

Generar seguridad y bienestar en el entorno del paciente

  • Implementar medidas de seguridad en el hogar para prevenir accidentes.
  • Establecer rutinas diarias claras y consistentes para brindar estabilidad emocional.
  • Proporcionar un ambiente acogedor y familiar para promover el confort y la confianza.

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Marc Planella

Sobre el autor

Marc Planella

Nº de colegiado: 080836943

  • Licenciado en Medicina y Cirugía por la Universidad Autónoma de Barcelona - Unidad docente Hospital Vall d'Hebron (2001).
  • Especialista en Psiquiatría por Sant Joan de Déu - Servicios de Salud Mental (2002 - 2006).
  • Formación específica universitaria en tratamiento de depresiones unipolares y bipolares.
  • Especialista universitario en psiquiatría forense.

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