El trastorno bipolar es un trastorno mental que afecta a millones de personas en todo el mundo. Lo más típico y que quizás te suene son los cambios extremos de ánimo, energía y actividad. En este post, te explicaré el significado de bipolar, qué es el trastorno bipolar, los tipos o grados de bipolaridad y exploraremos la importancia de comprender este trastorno mental y de hacer conseguir que el su manejo sea exitoso.
Si quieres aprender más, sigue leyendo.
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Toggle¿Qué es el trastorno bipolar?
El trastorno bipolar es un trastorno mental que se caracteriza por cambios extremos de ánimo, energía y actividad.
El significado de bipolaridad vendría a ser un trastorno donde se experimentan episodios maníacos y/o depresivos, que pueden ser de intensidad y duración variadas. Durante un episodio maníaco, la persona puede sentir una euforia excesiva, una energía sin límites y una gran confianza en sí misma. Por otro lado, durante un episodio de depresión, la persona puede sentir tristeza profunda, falta de energía y pérdida de interés en las actividades que solía disfrutar.
Esta enfermedad, al igual que la depresión, se diagnostica a través de una evaluación exhaustiva en el momento de ir al psiquiatra. Esto incluye una evaluación clínica, un historial médico y una evaluación de los síntomas y su gravedad. Es importante que la persona reciba un diagnóstico preciso, ya que esto puede influir en el tipo de tratamiento que reciba.
La prevalencia en la población general se estima en alrededor del 2%. Sin embargo, la prevalencia es más alta en las personas que han sido hospitalizadas por un problema mental y en las personas que tienen antecedentes familiares de trastornos bipolares.
Es importante destacar que puede afectar a personas de cualquier edad, género, raza o cultura.
Causas de la bipolaridad: ¿El bipolar nace o se hace?
El trastorno bipolar es un trastorno complejo y su causa exacta es desconocida.
Sin embargo, se ha identificado que una combinación de factores genéticos y ambientales pueden contribuir a su aparición.
Por ello, la típica pregunta de si el bipolar nace o se hace habría que reformularla: nace y también se hace.
Vamos a verlo por pasos.
Factores genéticos: el bipolar nace
Se ha demostrado que el trastorno bipolar tiene un origen hereditario, la persona presenta una predisposición genética. Es decir, es más común en familias en las que alguien ya ha sido diagnosticado con esta afección.
Y por otro lado se sabe que se nace con la predisposición a padecerlo (no se «adquiere por el camino», no es culpa de nadie ni de nada que hayas hecho o dejado de hacer) hasta que en un momento dado de la vida, normalmente a principios de la edad adulta, los síntomas empiezan.
Sin embargo, es importante tener en cuenta que la presencia de factores genéticos no garantiza en todos los casos la aparición del trastorno.
Factores ambientales: la bipolaridad también se hace
Además de los factores genéticos, se han identificado ciertos factores ambientales que pueden desencadenar un episodio maníaco o depresivo en una persona con predisposición al trastorno bipolar.
Es decir, que pueden sucederte cosas en la vida que hagan que la enfermedad empiece a manifestarse.
Algunos de estos factores incluyen: una época de gran estrés emocional, alteraciones del sueño o consumo de sustancias, entre otros.
Factores de riesgo
El trastorno bipolar es una enfermedad que puede afectar a cualquier persona, independientemente de su edad, género o etnia.
Sin embargo, existen ciertos factores de riesgo que pueden aumentar la probabilidad de desarrollar este trastorno. Algunos de estos factores incluyen:
- Antecedentes familiares: La predisposición genética es uno de los factores más importantes en el desarrollo de esta enfermedad. Al igual que la depresión es hereditaria, las personas con un familiar de primer grado que padezca de esta enfermedad tienen un mayor riesgo de desarrollarla.
- Abuso de sustancias: El consumo de alcohol o drogas puede aumentar el riesgo de desarrollar trastornos del ánimo.
- Trastornos mentales previos: Las personas que padecen de trastornos de ansiedad o depresión tienen un mayor riesgo de desarrollar trastorno bipolar en el futuro.
- Estrés emocional: El estrés emocional a largo plazo, como la pérdida de un ser querido o una situación conflictiva en el trabajo o en el hogar, puede aumentar el riesgo de desarrollar trastornos del ánimo.
- Cambios hormonales: Algunos estudios sugieren que los cambios hormonales, como la menopausia, pueden aumentar el riesgo de este trastorno en algunas mujeres.
Es importante tener en cuenta que los factores de riesgo no garantizan el desarrollo del trastorno bipolar, pero pueden aumentar la probabilidad.
Es vital buscar ayuda profesional si se experimentan síntomas de manía o depresión prolongados o recurrentes.
Diagnóstico del trastorno bipolar
El diagnóstico del trastorno bipolar es un proceso que implica una evaluación exhaustiva de los síntomas y la historia clínica del paciente.
El objetivo es determinar si los síntomas corresponden a un episodio maníaco, depresivo o mixto, y si los síntomas cumplen con los criterios establecidos para poder hacer el diagnóstico.
Por tanto, como es habitual en salud mental, no existe una prueba de laboratorio que nos de una respuesta exacta.
El proceso de diagnóstico comienza con una entrevista clínica, donde el profesional de la salud evalúa los síntomas y la historia clínica del paciente. Durante la entrevista, se pregunta sobre los síntomas y su duración, así como sobre la presencia de otros trastornos mentales o físicos.
Además, se realizan pruebas médicas para excluir otras causas de los síntomas, como enfermedades médicas o el uso de sustancias.
Síntomas
El trastorno bipolar es una enfermedad que es especialmente desconcertante.
Y es que sus síntomas pueden cambiar rápidamente y volverse opuestos a los que pocos días antes se podían observar.
Se alternan fases de manía («euforia»), depresión o mixtos.
Para saberlo todo, aquí tienes un artículo específico sobre los síntomas del trastorno bipolar
Tipos de trastorno bipolar
Dependiendo de la intensidad, duración y combinación de los episodios, se pueden diferenciar distintos tipos de trastorno bipolar. Además, existen trastornos relacionados, como el trastorno esquizoafectivo tipo bipolar, que presentan síntomas similares pero con características adicionales.
Trastorno Bipolar Tipo I
El trastorno bipolar tipo I se define por la presencia de al menos un episodio maníaco. La manía es un estado de ánimo anormalmente elevado o irritable, acompañado de síntomas como:
- Aumento excesivo de energía y actividad.
- Disminución de la necesidad de dormir.
- Pensamientos acelerados y habla rápida.
- Conductas impulsivas o de riesgo, como gastos excesivos o hiperactividad social.
- Posibles síntomas psicóticos, como delirios o alucinaciones en algunos casos.
Los episodios maníacos pueden requerir hospitalización debido a su impacto en la funcionalidad y el juicio del paciente. Suelen alternarse con episodios depresivos, aunque en algunos casos solo se presentan episodios maníacos.
Trastorno Bipolar Tipo II
El trastorno bipolar tipo II se caracteriza por episodios de hipomanía y episodios depresivos mayores. La hipomanía es una forma más leve de manía que no suele provocar una disfunción grave en la vida del paciente, aunque puede generar problemas en la toma de decisiones y en las relaciones interpersonales.
Síntomas de la hipomanía:
- Aumento de energía y productividad.
- Estado de ánimo elevado o irritable.
- Menor necesidad de sueño, pero sin llegar a la falta de control de la manía.
A diferencia del trastorno bipolar tipo I, en el tipo II los episodios depresivos suelen ser más incapacitantes que los episodios hipomaníacos, afectando significativamente la calidad de vida del paciente.
Trastorno Ciclotímico o Ciclotimia
El trastorno ciclotímico es una forma crónica pero menos grave del trastorno bipolar. Se diagnostica cuando una persona experimenta cambios constantes en el estado de ánimo durante al menos dos años (un año en adolescentes y niños), pero sin cumplir los criterios de un episodio depresivo mayor o maníaco.
Características de la ciclotimia:
- Alternancia entre síntomas depresivos leves y episodios de hipomanía.
- Inestabilidad emocional que afecta las relaciones personales y el rendimiento laboral.
- Mayor riesgo de evolucionar hacia un trastorno bipolar tipo I o II si no se trata adecuadamente.
Aunque los síntomas pueden parecer menos intensos, la inestabilidad prolongada puede generar un impacto significativo en la vida diaria.
Trastorno Bipolar No Especificado
Este diagnóstico se aplica cuando una persona presenta síntomas bipolares, pero no cumplen con los criterios exactos de los subtipos anteriores. Algunos ejemplos incluyen:
- Episodios hipomaníacos de duración insuficiente para ser diagnosticados como trastorno bipolar tipo II.
- Episodios depresivos recurrentes con algunos síntomas maníacos no típicos.
- Fluctuaciones del estado de ánimo inducidas por sustancias o medicamentos.
El trastorno bipolar no especificado sigue requiriendo tratamiento, ya que los síntomas pueden ser lo suficientemente graves como para afectar la vida cotidiana.
Trastorno Esquizoafectivo Tipo Bipolar
El trastorno esquizoafectivo tipo bipolar es un diagnóstico que comparte características con el trastorno bipolar tipo I, pero con la presencia adicional de síntomas psicóticos (delirios, alucinaciones o pensamiento desorganizado) que persisten incluso en los periodos en los que no hay alteraciones del estado de ánimo.
Características principales:
- Episodios maníacos o depresivos combinados con síntomas psicóticos.
- Síntomas psicóticos que pueden aparecer de manera independiente, es decir, incluso en ausencia de episodios de manía o depresión.
- Mayor impacto en la funcionalidad que en el trastorno bipolar tipo I o II, debido a la presencia de síntomas psicóticos prolongados.
El tratamiento del trastorno esquizoafectivo tipo bipolar suele incluir antipsicóticos además de estabilizadores del estado de ánimo, para controlar tanto los síntomas afectivos como los psicóticos.
A continuación te adjunto una tabla comparativa de los distintos tipos de trastorno bipolar
Tipo de Trastorno Bipolar | Características Principales | Presencia de Manía | Presencia de Depresión | Síntomas Psicóticos | Tratamiento Habitual |
---|---|---|---|---|---|
Trastorno Bipolar Tipo I | Episodios maníacos intensos que pueden requerir hospitalización; alternan con episodios depresivos. | Sí, manía intensa. | Frecuente, pero no obligatoria. | En algunos casos durante episodios maníacos. | Estabilizadores del estado de ánimo, antipsicóticos, terapia psicológica. |
Trastorno Bipolar Tipo II | Episodios depresivos mayores alternados con hipomanía (menos intensa que la manía). | No, solo hipomanía. | Sí, episodios depresivos intensos. | No. | Estabilizadores del estado de ánimo, antidepresivos con precaución, terapia psicológica. |
Trastorno Ciclotímico | Fluctuaciones constantes entre síntomas depresivos leves y episodios de hipomanía durante al menos 2 años. | No, solo hipomanía leve. | Sí, pero de menor intensidad. | No. | Psicoterapia, estabilizadores del estado de ánimo en algunos casos. |
Trastorno Bipolar No Especificado | Síntomas bipolares que no cumplen con los criterios exactos de los subtipos anteriores. | Variable, depende del caso. | Sí, aunque puede ser atípica. | Posible, pero atípico. | Personalizado según los síntomas específicos. |
Trastorno Esquizoafectivo Tipo Bipolar | Episodios maníacos o depresivos con síntomas psicóticos que pueden presentarse de manera independiente. | Sí, con síntomas psicóticos. | Sí, combinada con síntomas psicóticos. | Sí, pueden ocurrir independientemente de los episodios afectivos. | Antipsicóticos, estabilizadores del estado de ánimo, terapia psicológica. |
Tipos de trastorno bipolar: el Espectro bipolar
Tradicionalmente, el trastorno bipolar se ha clasificado en categorías rígidas, como el trastorno bipolar tipo I, el trastorno bipolar tipo II y la ciclotimia. Sin embargo, en la práctica clínica, se ha visto que estas clasificaciones no siempre reflejan la realidad de cada paciente.
Por eso, hoy en día hablamos más de un espectro bipolar, en el que los síntomas pueden presentarse con distintos niveles de intensidad y variabilidad.
De la clasificación rígida a un enfoque dimensional
Antes se pensaba que una persona tenía trastorno bipolar o no lo tenía, según cumpliera ciertos criterios diagnósticos.
Ahora sabemos que los síntomas bipolares pueden situarse en un continuo, desde formas leves hasta manifestaciones graves, en lugar de dividirse en categorías fijas.
¿Qué significa hablar de espectro bipolar?
Hablar de espectro bipolar significa reconocer que los síntomas pueden variar enormemente entre las personas. Algunas pueden tener episodios de manía severa (estado de euforia extrema), mientras que otras pueden experimentar cambios de humor más sutiles, pero que igualmente afectan su vida diaria.
Dentro de este espectro, hay personas que no cumplen exactamente los criterios de un trastorno bipolar clásico, pero que presentan síntomas que podrían encajar dentro de una forma más leve o atípica del trastorno. Estas personas pueden haber sido diagnosticadas erróneamente con depresión recurrente, ansiedad o trastornos de la personalidad, cuando en realidad su problema de fondo es una variante del trastorno bipolar.
Ejemplos dentro del espectro bipolar
- Trastorno bipolar tipo I → Episodios de manía intensa (euforia, impulsividad, hiperactividad) alternados con episodios depresivos.
- Trastorno bipolar tipo II → Episodios de hipomanía (una versión más leve de la manía) combinados con depresiones profundas.
- Ciclotimia → Cambios de humor crónicos pero menos extremos, con fases de euforia leve y tristeza moderada.
- Depresión con rasgos bipolares → Personas con depresión recurrente pero que presentan ciertos síntomas de activación, como periodos de mucha energía o impulsividad entre las crisis depresivas.
¿Por qué es importante este enfoque?
El enfoque dimensional nos permite hacer diagnósticos más precisos y ofrecer tratamientos más personalizados.
Muchas personas con síntomas bipolares leves no reciben el tratamiento adecuado porque su cuadro no encaja en una categoría clásica.
Al considerar el espectro bipolar, puedo adaptar el tratamiento a cada caso, evitando errores como el uso exclusivo de antidepresivos en pacientes que en realidad tienen un trastorno bipolar atenuado, lo que podría empeorar su evolución.
Conclusión
El espectro bipolar nos ayuda a entender que los trastornos del estado de ánimo no son cajas cerradas, sino una gama de síntomas que varían en intensidad y forma. Como psiquiatra, mi objetivo es reconocer estas diferencias para ofrecer un tratamiento más preciso y eficaz a cada paciente.
¿Qué es el trastorno bipolar?: Tratamiento
El tratamiento farmacológico es un aspecto fundamental en el manejo del trastorno bipolar.
La finalidad de los medicamentos como el litio o el valproato (Depakine) es ayudar a controlar los síntomas y prevenir futuros episodios de manía y depresión.
Las fases de depresión o mixtas son algo más complejas de tratar dado que los antidepresivos en el trastorno bipolar no funcionan como en la depresión.
Puedes leer en este artículo todo lo relacionado con el tratamiento del trastorno bipolar.
Complicaciones
El trastorno bipolar puede tener graves consecuencias si no se trata adecuadamente. Algunas de las complicaciones más comunes incluyen:
- Discapacidad: este trastorno puede ser debilitante y puede dificultar la capacidad de una persona para llevar a cabo tareas cotidianas, mantener un empleo y tener relaciones interpersonales saludables.
- Adicción a sustancias: las personas con esta enfermedad, son más propensas a desarrollar adicción a sustancias, como el alcohol y las drogas. Esto puede empeorar los síntomas y complicar la buena evolución.
- Intentos de suicidio: Las personas con trastorno bipolar tienen un mayor riesgo de intentar suicidarse. En algunos casos, estos intentos pueden ser fatales.
- Trastornos coexistentes: muchas personas con trastorno bipolar también sufren de otros trastornos de salud mental, como ansiedad o trastornos alimentarios. Estos trastornos pueden empeorar el pronóstico.
- Dificultades con el tratamiento: Las personas con trastorno bipolar pueden tener dificultades para adherirse al tratamiento o para encontrar un tratamiento que funcione para ellos. Esto puede resultar en síntomas no controlados y peores consecuencias.
Pronóstico
El pronóstico del trastorno bipolar depende de varios factores, como la edad de inicio, la gravedad de los síntomas, la presencia de factores de riesgo y la adherencia al tratamiento.
- Edad de inicio: Cuanto más temprano se presente el trastorno, mayor será la probabilidad de un curso más grave y difícil de tratar.
- Frecuencia y gravedad de los episodios: Una persona con episodios más frecuentes y graves tendrá un pronóstico más desfavorable que aquella con episodios menos frecuentes y leves.
- Duración de los episodios: Los episodios que duran más tiempo tienen un efecto más negativo en la vida de la persona, lo que puede influir en el pronóstico.
- Uso de sustancias: El abuso de drogas o alcohol puede empeorar el pronóstico.
- Adherencia al tratamiento: La adherencia es esencial para un buen pronóstico. Las personas que siguen regularmente su tratamiento tienen una probabilidad mucho mayor de mantener la estabilidad y controlar sus síntomas.
- Apoyo social: El apoyo de la familia y los amigos puede ayudar a la persona con trastorno bipolar a enfrentar los desafíos y a mantener una vida saludable, lo que puede influir positivamente en el pronóstico.
- Terapia psicológica: La terapia psicológica es un tratamiento eficaz para el trastorno bipolar y puede ayudar a la persona a mejorar su pronóstico.
- Cambios en el estilo de vida: Hacer cambios positivos en el estilo de vida, como mantener una alimentación saludable, hacer ejercicio y reducir el estrés, puede ayudar a mejorar el pronóstico.
Conciencia de realidad y enfermedad
¿Una persona con trastorno bipolar es consciente de sus actos?.
Esta pregunta es tan complicada como parece, y la respuesta no es un simple sí o no. Es más bien un «depende».
En el artículo adjunto tienes una explicación detallada de este peculiar fenómeno.
Otros consejos adicionales
Es importante destacar que los episodios maníacos y depresivos pueden reaparecer a lo largo del tiempo, pero con un seguimiento regular por parte de un profesional de la salud y una adherencia rigurosa al tratamiento, es posible controlar y reducir la frecuencia e intensidad de estos episodios.
Además, la educación y concienciación sobre la enfermedad y sus síntomas también pueden ayudar a las personas con trastorno bipolar a identificar los primeros signos de un episodio y buscar ayuda a tiempo.
En general, un buen pronóstico depende en gran medida de la combinación de un tratamiento adecuado y de cuidar la salud mental con un estilo de vida saludable que incluya una dieta equilibrada, ejercicio regular y una buena gestión del estrés.
Es importante recordar que el trastorno bipolar es una enfermedad tratable y que muchas personas logran llevar una vida plena y saludable.
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Sobre el autor
Marc Planella
Nº de colegiado: 080836943
- Licenciado en Medicina y Cirugía por la Universidad Autónoma de Barcelona - Unidad docente Hospital Vall d'Hebron (2001).
- Especialista en Psiquiatría por Sant Joan de Déu - Servicios de Salud Mental (2002 - 2006).
- Formación específica universitaria en tratamiento de depresiones unipolares y bipolares.
- Especialista universitario en psiquiatría forense.
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