¿Imaginas un mundo donde todo cada día estuviera teñido de gris?. Esto es vivir con distimia. Y eso es más o menos lo que sienten muchas de las personas que tienen que tratar con ella.
En el post de hoy te voy a hablar de este tipo de depresión crónica. Veremos a quien afecta, sus causas o cómo tratar la distimia gracias a psiquiatra y psicólogo. Y muchas más cosas para que puedas entender en qué consiste esta enfermedad y cómo se siente una persona distímica.
Haz una cosa.
Una cosa mejor que buscar respuestas sobre la distimia en un foro o mirar solamente la información sobre como vivir con distimia en la Wikipedia. Lee aquí la información acerca de qué significa tener distimia y cómo superar esta depresión.
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Toggle¿Sabes qué es la distimia?
¿Has oído hablar de la distimia?. Es posible que no, porque el nombre técnico a veces no se usa mucho y muchas personas desconocen el significado de distimia.
Sea como sea , vamos a ver cuál es la definición de distimia.
Se trata de un tipo de depresión crónica.
No es el único tipo de depresión crónica. Hay un tipo, que es la depresión endógena ,suele tender también a ser crónica.
Pero además, la distimia suele dar síntomas de manera permanente. Por este motivo también se le llama trastorno depresivo persistente.
Aunque hay quien la considera un tipo de depresión leve, lo cierto es que la distimia no se cura.
Es cierto que es una enfermedad con síntomas de depresión más leves que la depresión mayor. Sin embargo, muchas veces los síntomas son más difíciles de controlar y tienden a estar siempre presentes, con lo que es muy difícil curar esta depresión. Por ello es una causa frecuente de ir al psiquiatra.
¿Qué es la Distimia?: Significado
La distimia, o trastorno distímico, es una forma crónica de depresión que puede tener un impacto significativo en la calidad de vida de una persona. Aunque los síntomas pueden ser menos graves que los de una depresión mayor, son persistentes y pueden durar años, impidiendo a las personas funcionar de manera óptima en su vida diaria.
El término distimia proviene de la palabra griega «dysthymia», que significa «mal humor». Se caracteriza por un estado de ánimo deprimido que ocurre durante la mayor parte del día, durante más días que no, durante al menos dos años. Aunque no se entiende completamente qué causa la distimia, se cree que puede ser una combinación de factores genéticos, biológicos, ambientales y psicológicos.
Las personas con distimia pueden experimentar una variedad de síntomas, incluyendo pérdida de interés en actividades diarias, sentimientos de desesperanza, baja autoestima, dificultad para concentrarse y tomar decisiones, y cambios en el apetito o el sueño. Es importante destacar que estos síntomas pueden variar en gravedad y pueden no ser constantes, lo que a veces puede dificultar el diagnóstico de la distimia.
El tratamiento para la distimia puede involucrar una combinación de terapia, medicación y cambios en el estilo de vida. La terapia cognitivo-conductual, en particular, ha demostrado ser efectiva en el tratamiento de la distimia, ayudando a las personas a cambiar patrones de pensamiento negativos y a desarrollar estrategias de afrontamiento más saludables.
En resumen, la distimia es un trastorno del estado de ánimo a largo plazo que puede provocar un estado de ánimo constantemente bajo y una falta de interés en la vida. Sin embargo, con el tratamiento adecuado, las personas con distimia pueden llevar una vida plena y productiva.
¿Qué es la distimia?: ¿A quien afecta?
Vivir con distimia es bastante frecuente y se calcula que afecta a un 5% de la población. Esto vendría a querer decir que en España habría alrededor de 2 millones de personas con este trastorno.
Es un tipo de depresión más frecuente en mujeres que en hombres, siendo las primeras casi el doble que los segundos.
¿Qué es la distimia?: Causas
Para entender bien qué es la distimia, tenemos que saber algo de sus causas.
Las causas del trastorno distímico son parecidas a las causas de la depresión. Se trata de una combinación de factores que hacen que tengas que vivir con distimia:
- Factores biológicos: hay procesos químicos en el cerebro que no funcionan del todo bien. Por ejemplo, los neurotransmisores “no se regulan bien” y no realizan correctamente su función, lo que favorece que el ánimo empeore. Esta es una de las claves para entender cómo tratar la distimia y evitar que esta depresión deje secuelas en el cerebro.
- Factores genéticos: la persona que tiene trastorno distímico nace con una predisposición a tener la enfermedad. Y es que, al menos en parte, la depresión es hereditaria. También es frecuente que en su familia haya antecedentes de personas que hayan tenido problemas en el ánimo.
- Factores ambientales: sucesos de la vida que afectan a la persona.
- Personalidad: Determinados rasgos de personalidad dan más riesgo de distimia. Por ejemplo, una escasa tolerancia a la crítica, una baja autoestima o una sensibilidad extrema, aumentan el riesgo de tener que vivir con distimia.
Vivir con distimia: factores de riesgo
Sabemos que algunos factores parecen aumentar el riesgo de tener distimia.
Eso no quiere decir que siempre tengan que estar presentes. Pero si están, tienes más posibilidades de tenerla.
Aquí tienes algunos ejemplos:
- Tener un familiar de primer grado que padezca algún problema depresivo
- Estar en un momento de la vida en la que se juntan situaciones traumáticas o que generan mucho estrés, como la pérdida de un ser querido o problemas financieros
- Tener un carácter con mucha negatividad, baja autoestima, ser muy autocrítico o pesimista o depender mucho de los demás para tomar decisiones.
¿Cuáles son los síntomas?
Vivir con distimia no es sencillo.
Los síntomas se parecen mucho a los síntomas de la depresión.
Se consideran síntomas que se parecen a un tipo de depresión leve.
Sin embargo, aunque en la distimia son menos intensos, perduran más en el tiempo.
Y esto afecta mucho a la calidad de vida.
Los principales síntomas de la distimia son:
- Falta de interés en las actividades diarias
- Tristeza, sensación de vacío, depresión
- Desesperanza
- Es muy habitual que en la distimia haya síntomas físicos de ansiedad:
- Cansancio y falta de energía
- Dolores musculares o articulares
- Ataques de ansiedad, con síntomas de ataque de ansiedad frecuentes.
- Baja autoestima, sentimiento de inutilidad
- Dificultades para concentrarse
- Dificultad para tomar decisiones
- Irritabilidad
- Apatía y menor actividad de la habitual
- Tendencia al aislamiento
- Sentimientos de culpa y preocupaciones por el pasado
- Falta de apetito o comer demasiado
- Problemas para dormir
Como ves, los síntomas son casi iguales que en la depresión.
Y afectan sobretodo provocando baja autoestima, melancolía, tristeza…
Pero la persona puede vivir con distimia manteniendo, aún con dificultades, un día a día más o menos normalizado. Esta es una de las características para entender qué es la distimia.
¿Cómo puedo saber si tengo distimia?
Como saber si tengo depresión es una de las dudas más habituales en las personas antes de ir a visitar a un psiquiatra.
Y es que aún se conoce poco de cómo se hacen los diagnósticos en psiquiatría.
Como en todas las enfermedades en salud mental, el diagnóstico de distimia se hace mediante entrevistas con tu psiquiatra.
Y es que, mediante estas, se puede distinguir la mayoría de veces, si tienes síntomas de depresión grave, saber si tienes trastorno bipolar, síntomas físicos de ansiedad como dolor en el pecho, una depresión posparto, un trastorno afectivo estacional...
Aún así, siempre hay que tener en cuenta otras cosas, sobretodo si es la primera vez que sientes depresión.
Y es que en estos casos, es habitual que tu médico pueda pedirte una serie de cosas:
Exploraciones iniciales:
- Exploración física. El médico puede hacerte un examen físico y preguntas sobre tu salud o de las enfermedades que hayas tenido, ya que en algunos casos los síntomas depresivos pueden estar relacionados con un problema de salud física.
- Análisis de sangre. La idea es la misma que con la exploración física: descartar que no haya alguna enfermedad que de los síntomas y no nos confundamos. Por ejemplo, el médico puede pedirte un análisis para ver que la glándula tiroides funciona correctamente.
- Evaluación psicopatológica. Es la que nos acabará dando un diagnóstico más definitivo si los dos puntos anteriores salen bien.
Algunas veces se puede utilizar algún test de distimia para ayudar a hacer el diagnóstico, aunque no es lo habitual.
Evaluación durante el seguimiento:
Como se trata de un proceso crónico, a veces el diagnóstico tarda en hacerse.
Y es que hay que ver la evolución de cada persona para poder diferenciar distintos tipos de depresión.
Ten en cuenta, que según los manuales de diagnóstico que se usan en salud mental, como el DSM 5, la distimia debe durar al menos 2 años para poder diagnosticarse.
Por tanto, al principio de la enfermedad se suele hacer un diagnóstico de depresión, que con el tiempo hay que concretar.
¿Cual es el tratamiento de la distimia?
Muchas personas se preguntan si la distimia se cura.
Y es que, aunque eso no es así, hay tratamientos para ayudarte a que vivir con distimia no sea un calvario.
Ante todo encuentra un buen psiquiatra.
Al igual que en el tratamiento de la depresión mayor, el tratamiento de la distimia tiene dos pilares principales: los antidepresivos y la psicoterapia.
Tratamiento con medicamentos
Los antidepresivos son los fármacos más útiles para tratar este trastorno depresivo persistente.
Aunque, en general, todos los antidepresivos pueden tener su utilidad, los más utilizados para tratar la distimia son los ISRS:
- Fluoxetina
- Paroxetina
- Sertralina
- Citalopram
- Escitalopram
- Fluvoxamina
Estos antidepresivos son seguros y sus efectos secundarios, si aparecen, suelen ser leves y transitorios.
Las opiniones de la sertralina son muy positivas: es uno de los antidepresivos ISRS más prescritos y su eficacia y seguridad está fuera de toda duda.
Lo mismo pasa con los otros: las opiniones de la fluvoxamina son buenas, igual que sirve el escitalopram, sirve el citalopram, los efectos positivos de la fluoxetina, los efectos positivos de la paroxetina o cualquier otro del grupo.
Se pueden usar también los ISRSN (las opiniones con la venlafaxina, con la desvenlafaxina (Pristiq) o también las opiniones con la duloxetina suelen ser positivas), antidepresivos más modernos como el Brintellix (vortioxetina) o los antidepresivos tricíclicos como el Anafranil con buenos resultados (aunque estos últimos tienen más efectos secundarios y se suelen usar cuando fallan los otros).
Otra de las opciones que se usan a menudo en la distimia es combinar dos antidepresivos de mecanismos de acción distintos.
Así, por ejemplo, combinar la venlafaxina o la duloxetina con la mirtazapina, el Deprax , la agomelatina (Valdoxan) o con el bupropion es una opción razonable en casos en que los síntomas mejoren menos.
En ocasiones, temporalmente, se pueden usar pastillas para bajar la ansiedad o para dormir.
Por ejemplo, los ansiolíticos pueden ser de ayuda para mejorar la ansiedad. El Lexatin sirve para mejorar la ansiedad y también para dormir. Las opiniones del lorazepam o las opiniones del diazepam, del Rivotril o del alprazolam por ejemplo, son positivas al respecto. Los hipnóticos pueden ser la mejor pastilla para dormir, como el lormetazepam para dormir. Hay que intentar siempre tomarlos el menor tiempo posible.
Psicoterapia
Al tratarse de una enfermedad crónica, es muy importante poder tener un espacio psicoterapéutico de apoyo.
Los diferentes tipos de psicoterapia, como la terapia cognitivo-conductual, pueden ser efectivas para trastornos depresivos persistentes.
La psicoterapia puede ayudarte a adaptarte mejor a vivir con distimia.
Y puede hacerlo de diferentes maneras:
- Ayudarte a adaptarte a un problema que estés teniendo
- Identificar problemas que ayudan a que la distimia empeore y modificar algunas conductas para que te afecten menos.
- Identificar creencias y conductas negativas y reemplazarlas por otras que sean positivas
- Encontrar mejores formas de afrontar y solucionar problemas
- Explorar relaciones y experiencias y desarrollar interacciones positivas con otros
- Aprender a establecer objetivos realistas para cada situación en función de como te encuentras.
En el caso de la distimia, puede ser de una importancia especial, ayudar en la gestión de las emociones, organización del día a día, trabajo en relación al entorno familiar …
También, por ejemplo, puede ayudar en los problemas que se pueden dar entre la persona con distimia y la pareja.
¿Cómo quitar la distimia?
Más allá de los tratamientos con tu psiquiatra o tu psicólogo, hay una serie de cosas que puedes hacer para aliviar los síntomas y hacer que vivir con distimia no sea tan duro. Se trata de distintas actividades personales que han demostrado ser útiles para que puedas encontrarte mejor.
Mantener un estilo de vida saludable, ayudará a que vivir con distimia sea más fácil.
Así, por ejemplo, te recomiendo las siguientes cosas:
- Haz un poco ejercicio físico cada día, si puede ser al aire libre mejor. Salir a caminar un rato cada día es un ejemplo de un fantástico ejercicio.
- Haz una dieta saludable: comida sana, con una dieta rica en verduras y frutas y sin pasarte con las grasas o los azúcares.
- Duerme las horas necesarias. Es fundamental para poder desconectar tu cerebro y no levantarte con el ánimo aún más bajo de lo habitual. 7-8 horas es un ritmo de sueño correcto para la mayoría de personas.
- Cuida tu estrés: intenta evitar hacer demasiadas cosas. Sé que a veces este consejo es difícil de seguir, pero un exceso de trabajo o de gestiones acumuladas, puede hacerte encontrar peor.
- Practica actividades relajantes. Algunas como el mindfulness han demostrado ser eficaces para disminuir la ansiedad y mejorar el ánimo.
- Mantén una vida social lo más activa que puedas. Mantenerte en contacto con otras personas hará que vivir con la distimia se te haga menos duro.
¿Cómo es vivir con distimia?
Al tratarse de un trastorno depresivo persistente, muchas personas tienen a largo plazo dificultades para vivir con distimia.
Y es que mantener un rendimiento muy exigente en su día a día y salir de esta depresión puede resultar complicado.
Aún así, muchas personas pueden hacer una vida relativamente normal.
A pesar de todo, algunas personas precisan temporadas de baja laboral.
Incluso en los casos más graves en los que es incapacitante, la distimia puede ser causa de incapacidad permanente.
¿Qué es la distimia?: qué pasa si no se trata.
Como los síntomas de la distimia a veces son leves, muchas personas «van tirando» y no piden ayuda.
Pero esto tiene sus riesgos.
Y es que, si no ponemos remedio a los síntomas, estos tienden a cronificarse más y hacen más duro el vivir con distimia.
Siendo así, el riesgo es que la evolución sea peor y en ocasiones puedas tener incluso una depresión añadida (la depresión doble que te expliqué hace poco).
Por eso es importante pedir ayuda a un profesional de la salud mental si te sientes mal.
No lo dudes, la diferencia es muy grande.
Tu calidad de vida será mucho mayor.
Diferencias entre distimia y depresión
Aunque forman parte de una misma familia, distimia y depresión tienen diferencias claras.
Y es que al fin y al cabo, vivir con distimia no es exactamente lo mismo que vivir con un trastorno depresivo mayor.
Al principio de la enfermedad, puede ser difícil saber si tienes distimia o depresión. Pero hay dos diferencias fundamentales entre una y otra:
- Duración: la depresión tiene una duración limitada, en general entre unas semanas o unos meses. La distimia, en cambio, es un cuadro que mantiene los síntomas de manera casi permanente.
- Intensidad: la intensidad de los síntomas en la distimia es menor. En cambio en una depresión mayor los síntomas pueden ser mucho más intensos, impidiendo hacer una vida mínimamente normalizada. Por tanto, vivir con distimia resulta algo más llevadero en este sentido.
Depresión doble: tropezar dos veces en la misma piedra.
Si ya es duro vivir con distimia, hay situaciones que lo pueden complicar aún más.
Por ejemplo, la depresión doble.
Y es que la depresión doble es una situación en la que una persona que ya tiene distimia, padece además un episodio de trastorno depresivo mayor.
No es infrecuente que puedan presentarse episodios de depresión mayor, sobretodo en épocas en que suceden cosas en tu vida que generan mucho estrés: fallecimiento de un ser querido, problemas con familiares…
Se considera que esta depresión añadida a la distimia es más difícil de tratar que una depresión “normal”. Y esto se debe a que la persona ya padece previamente un estado crónico de tristeza que no se resuelve del todo.
Vivir con distimia y fibromialgia
Vivir con distimia y fibromialgia no es algo inhabitual. Son dos enfermedades que frecuentemente van de la mano.
La fibromialgia es un trastorno caracterizado por el dolor.
Puedes tener dolor generalizado: en los músculos, los huesos o las articulaciones… acompañado por fatiga y problemas de sueño, memoria y estado de ánimo.
Los investigadores creen que la fibromialgia amplifica las sensaciones de dolor al afectar el modo en que el cerebro procesa las señales de dolor.
Las personas que tienen fibromialgia, tienen muy frecuentemente síntomas de depresión o de ansiedad asociados. No se sabe bien si los síntomas de depresión son a consecuencia del dolor crónico o bien si son parte de un mismo problema.
Sea como sea, es importante que en el tratamiento de la fibromialgia intervengan distintos profesionales.
Y es que como los síntomas son muy variados, se trata de que puedan ayudar a la persona en todos los síntomas que padece. Y así conseguir que vivir con distimia y fibromialgia no sea tan duro.
Por eso que es importante que un reumatólogo pueda ayudar con el dolor. Y un psiquiatra o un psicólogo puedan asegurar un buen tratamiento de los síntomas de ansiedad y depresión.
Ciclotimia y distimia
La ciclotimia y la distimia son dos tipos de trastornos del estado de ánimo que, si bien tienen similitudes, también presentan diferencias importantes. Ambos trastornos implican cambios crónicos y prolongados en el estado de ánimo, pero la forma en que estos cambios se manifiestan y el impacto que tienen en la vida de una persona pueden variar considerablemente.
La distimia, también conocida como trastorno depresivo persistente, se caracteriza por un estado de ánimo crónico y persistente de depresión o tristeza. Las personas con distimia pueden sentirse tristes, melancólicas, incapaces de encontrar alegría en las actividades que antes disfrutaban (lo que se llama anhedonia), y pueden tener dificultades para concentrarse, tomar decisiones o recordar detalles. Este estado de ánimo puede durar años y puede interferir seriamente con el trabajo, la escuela, las relaciones y el disfrute de la vida diaria.
La ciclotimia, por otro lado, es un trastorno del estado de ánimo que causa oscilaciones emocionales entre la depresión leve y la hipomanía, una forma menos severa de manía. Las personas con ciclotimia pueden experimentar períodos de sentimientos de tristeza y desesperanza, seguidos de períodos de euforia, energía excesiva y excitabilidad. A diferencia de la distimia, los síntomas de la ciclotimia pueden cambiar rápidamente, a veces incluso en el transcurso de un solo día.
Es importante destacar que tanto la distimia como la ciclotimia son afecciones médicas graves que requieren tratamiento. Si bien estos trastornos pueden ser debilitantes, con el tratamiento adecuado, que puede incluir medicación, terapia y cambios en el estilo de vida, muchas personas con distimia o ciclotimia pueden llevar vidas saludables y productivas.
Si sospecha que usted o alguien que conoce podría estar lidiando con la distimia o la ciclotimia, es importante buscar ayuda de un profesional de la salud mental. No hay nada de malo en buscar ayuda y el primer paso hacia la recuperación es reconocer que hay un problema y buscar el apoyo necesario.
Como convivir con una persona con distimia
Convivir con una persona con distimia puede ser un desafío, especialmente si no se comprende completamente la naturaleza de esta enfermedad.
La distimia, también conocida como trastorno depresivo persistente, es una forma de depresión que puede durar años. Las personas con distimia a menudo parecen melancólicas y carecen de la energía para realizar las actividades diarias.
Aunque pueden parecer funcionales en la superficie, en realidad, están luchando con una gran carga emocional. La paciencia y la comprensión son cruciales cuando se convive con alguien que sufre de distimia.
Es esencial aprender a reconocer los síntomas de la distimia para poder proporcionar el apoyo necesario. Los síntomas pueden ser sutiles y pueden incluir tristeza crónica, falta de interés en las actividades que antes eran disfrutadas, problemas de sueño, fatiga, baja autoestima y dificultades de concentración. El reconocimiento de estos síntomas puede ayudar a la persona afectada a buscar ayuda profesional y a manejar mejor su enfermedad.
El apoyo emocional es otra clave para convivir con una persona con distimia. Es importante recordar que la distimia no es una elección, es una enfermedad. Las personas con distimia a menudo se sienten incomprendidas y solas en sus luchas. Mostrar empatía y ofrecer un oído atento puede hacer una gran diferencia en su vida. Evita hacer comentarios insensibles o despectivos sobre su condición y, en cambio, alienta a la persona a expresar sus sentimientos y pensamientos.
Saber cómo ayudar a una persona con depresión siempre es complejo.
Por último, recuerda cuidar de su propia salud mental y emocional. Convivir con una persona con distimia puede ser emocionalmente agotador. Buscar apoyo para ti mismo, ya sea a través de grupos de apoyo o terapia, puede ser vital para mantenerse emocionalmente saludable.
Recuerda, no puedes cuidar de los demás si no te cuidas a ti mismo.
Como ayudar a una persona con distimia
La distimia, ahora conocido como trastorno depresivo persistente, es un tipo de depresión crónica que puede dificultar el funcionamiento diario de una persona. Ayudar a alguien con distimia puede ser un desafío, pero es posible y puede hacer una gran diferencia. Lo más importante es aprender sobre la distimia, entender sus síntomas y cómo afecta a la persona. Esto puede ayudarte a identificar cuando alguien está luchando y a ofrecer el apoyo adecuado. Tienes que estar consciente de que la distimia no es solo un estado de ánimo negativo persistente, sino una afección médica real que requiere tratamiento.
El apoyo emocional es una parte integral de ayudar a alguien con distimia. Esto puede implicar escuchar a la persona cuando necesita hablar, ser paciente con ella y ofrecer palabras de aliento. Es importante que la persona no se sienta sola en su lucha. Tienes que recordar que la distimia puede hacer que las personas se sientan inútiles o desesperanzadas, por lo que las palabras de apoyo y aliento pueden ser muy valiosas.
Instar a la persona a buscar ayuda profesional también es crucial. Un psicólogo o psiquiatra puede diagnosticar la distimia y ofrecer un plan de tratamiento que puede incluir terapia y medicación. Aunque puede ser difícil para la persona admitir que necesita ayuda, es un paso esencial para su recuperación. Es importante respetar su decisión si no está listo para buscar ayuda, pero también animarlo a hacerlo cuando esté listo.
Finalmente, es importante cuidar de ti mismo mientras ayudas a alguien con distimia. El cuidado personal es fundamental para poder ofrecer el apoyo necesario. Esto puede incluir asegurarte de dormir bien, comer saludablemente y tomar tiempo para ti mismo. Recuerda, no puedes verter de una taza vacía, así que asegúrate de cuidarte a ti mismo mientras cuidas a los demás.
¿Cómo cuidar al cuidador de la persona con distimia?
Dicho esto, es razonable pensar que vivir con personas que sufren distimia genera desgaste. Por eso, como regla general, es conveniente que los convivientes:
- Lleven una vida sana (ejercicio, alimentación, sueño)
- Tengan un espacio propio para ellos, dedicado a las actividades que les sean más placenteras.
- Puedan expresar sus emociones (por más que a veces pueda ser difícil, porque se pueden vivir momentos de frustración, rabia…). Si con los allegados no es posible, un profesional de la salud mental podrá ayudarte.
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Y por supuesto, deja cualquier comentario o duda que creas conveniente en el post y te contestaré lo antes posible.
Y ahora que ya sabes mucho más de depresión y me conoces un poco más, no dudes en solicitar una visita conmigo si quieres que te ayude en tu caso.
Sobre el autor
Marc Planella
Nº de colegiado: 080836943
- Licenciado en Medicina y Cirugía por la Universidad Autónoma de Barcelona - Unidad docente Hospital Vall d'Hebron (2001).
- Especialista en Psiquiatría por Sant Joan de Déu - Servicios de Salud Mental (2002 - 2006).
- Formación específica universitaria en tratamiento de depresiones unipolares y bipolares.
- Especialista universitario en psiquiatría forense.
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