Qué son los ansiolíticos: cuándo tomarlos, efectos secundarios

qué son los ansiolíticos

En los tiempos que corren, no es extraño que la mayoría de personas sepan qué son los ansiolíticos.

Si sabes qué es la depresión o la ansiedad, habrás oído hablar de ellos.

La mayor detección de problemas de ansiedad o de depresión y nuestra manera de vivir, han hecho de estos medicamentos unos de los más recetados en todo el mundo.

Y es que estas pastillas para dormir y para la ansiedad, te ayudan de manera rápida a mejorar la ansiedad o el sueño.

Se recetan como churros…probablemente demasiado…

Aunque por ansiolíticos se podrían entender muchas cosas, en este artículo hablaré de los ansiolíticos como sinónimo de las llamadas benzodiacepinas

Te voy a explicar todo lo necesario para que comprendas cómo funcionan estos medicamentos, en qué pueden ayudarte y también de las precauciones que hay que tomar con ellos para evitar ciertos riesgos.

¿Qué es un ansiolítico?

Por si no lo habías adivinado, es un medicamento que sirve para mejorar la ansiedad

A pesar de que son medicamentos que tienen ya muchos años, se siguen recetando muy a menudo por su eficacia.

Y se recetan no sólo en problemas de ansiedad puros, sino también en otras enfermedades como la depresión, para ayudar a mejorar el sueño o los nervios.

¿Qué nombres y marcas existen?

Pasa muchas veces que se conocen más las marcas que el medicamento en sí.

Es normal. Es lo que te recetan.

Aparte de que, desde ya hace años, casi todos los ansiolíticos tienen medicamento genérico (alprazolam Cinfa, lorazepam Alter, diazepam Prodes….), los ansiolíticos son mucho más conocidos por sus marcas originales. 

Quizás con sus nombres te suenen más:

¿Para qué sirven los ansiolíticos?

Aunque el tratamiento correcto de la mayoría de  problemas de ansiedad se hace con los mejores antidepresivos , los ansiolíticos siguen siendo de ayuda. 

Y es que son medicamentos eficaces y de inicio de acción muy rápido, lo que los hace especialmente útiles las primeras semanas de un tratamiento, dado que alivian la ansiedad de manera rápida.

Y es que unos minutos después de tomar un ansiolítico puedes notar que el dolor en el pecho por la ansiedad es menor, que te notas con más tranquilidad o que ya no notas palpitaciones.

Pero además de bajar la ansiedad, las benzodiacepinas tienen otras utilidades.

Así, los efectos de los ansiolíticos pueden ser:

  • Bajar la ansiedad (ansiolítico)
  • Ayudar a dormir (hipnótico)
  • Relajante muscular
  • Parar crisis de epilepsia (anti convulsivo)

¿Qué hacen los ansiolíticos en el cerebro?

Voy a explicarte algo complejo de manera sencilla y en pocas líneas, para que se pueda entender.

Cuando tienes ansiedad, las neuronas de ciertas partes de tu cerebro trabajan de manera acelerada y caótica.

Estos medicamentos hacen su función directamente en el cerebro y consiguen que el paso de información entre las neuronas de zonas concretas de este cerebro sea más lenta. 

Todo esto, lo hacen potenciando una substancia química del cerebro (neurotransmisor) llamada GABA, que les dice a las neuronas que vayan más lentas al mandar la información.

Y a su vez, esto se traduce en una menor ansiedad.

¿Qué Efecto Tienen los Ansiolíticos?

Los ansiolíticos son medicamentos diseñados para reducir la ansiedad y ayudarte a recuperar la calma en situaciones donde los síntomas son intensos o persistentes. A continuación, te explico cómo actúan y qué efectos puedes esperar de ellos:

1. Reducción de la Ansiedad

El principal efecto de los ansiolíticos es disminuir la sensación de ansiedad, ayudándote a sentirte más relajado. Esto ocurre porque estos medicamentos actúan sobre el sistema nervioso central, modulando la actividad de ciertas sustancias químicas, como el GABA (ácido gamma-aminobutírico), que reduce la hiperactividad del cerebro.

2. Mejora del Sueño

Algunos ansiolíticos también tienen propiedades sedantes, lo que puede ayudarte a dormir mejor si la ansiedad está interfiriendo con tu descanso. Esto es especialmente útil en casos de insomnio relacionado con la ansiedad.

3. Relajación Muscular

Muchos ansiolíticos producen un efecto relajante en los músculos, reduciendo la tensión física que suele acompañar a la ansiedad, como rigidez en el cuello, hombros o espalda.

4. Alivio Rápido de los Síntomas

Una de las características más destacadas de los ansiolíticos es su capacidad para actuar rápidamente. Esto los convierte en una herramienta útil para situaciones de ansiedad aguda, como ataques de pánico o episodios de estrés extremo.

5. Efectos Sedantes

Aunque la sedación puede ser útil en algunos casos, también puede provocar somnolencia durante el día. Es importante tener esto en cuenta si necesitas mantenerte alerta, por ejemplo, al conducir o trabajar.

6. Prevención de la Ansiedad Anticipatoria

Si sueles experimentar ansiedad intensa antes de eventos específicos, como volar o hablar en público, los ansiolíticos pueden ayudarte a prevenir ese malestar.

Precauciones

Aunque los ansiolíticos son muy efectivos, no están diseñados para ser una solución a largo plazo. El riesgo de dependencia es una de sus limitaciones, por lo que siempre deben usarse bajo supervisión médica y como parte de un enfoque integral que incluya terapia psicológica.

¿Cuándo tardan en hacer efecto los ansiolíticos?

Los ansiolíticos son medicamentos de acción muy rápida.

Como quizás ya sabes, en psiquiatría tenemos muchos medicamentos muy buenos.

Pero una de sus pegas habituales (por ejemplo, en el tratamiento de la depresión, con los antidepresivos) es que tardan un tiempo en empezar a actuar

Y es que es difícil que notes el efecto de un antidepresivo antes de unas 3 semanas después de empezar a tomarlo. Antes, imposible.

Y es que, si esto no te lo explican, puedes llegar a preguntarte para qué sirve el escitalopram o para qué sirve la venlafaxina.

Sólo algunos antidepresivos muy modernos, como la esketamina, funcionan rápidamente.

Pero este problema no lo tienen los ansiolíticos.

Unos minutos después de haberte tomado un ansiolítico, empiezas a notar su efecto.

Unos son un poco más rápidos, otros algo más lentos, pero en general en 30-60 minutos has empezado a notar alguna mejoría.

¿Qué se nota cuando tomo uno?

Una media hora después de haber tomado el ansiolítico, notarás que de manera bastante rápida, la ansiedad que tienes se va atenuando progresivamente.

Te sentirás poco a poco menos bloqueado, con más capacidad de pensar más claramente, con menos molestias en el cuerpo…

Es posible incluso que al rato notes algo de somnolencia. 

En función de cada persona y de la intensidad del cuadro que tenga, habrá que ir ajustando las dosis del medicamento para que ni quede corto  ni te de demasiado sueño.

¿Cuándo tomar ansiolíticos?

Los ansiolíticos son medicamentos recetados por profesionales de la salud para tratar trastornos de ansiedad y sus síntomas. Aunque son altamente efectivos, es crucial entender que su uso no debe ser tomado a la ligera. Es su médico quien debe determinar cuándo es apropiado comenzar un tratamiento con ansiolíticos, siempre basándose en un diagnóstico clínico preciso.

Generalmente, se recurre a los ansiolíticos cuando los síntomas de la ansiedad son tan fuertes que interfieren significativamente con la vida diaria de la persona. Esto incluye situaciones en las que la ansiedad provoca insomnio, dificultades para concentrarse, miedo extremo, palpitaciones, sudoración excesiva, entre otros síntomas físicos y psicológicos. En estos casos, los ansiolíticos pueden ser una herramienta útil para manejar y aliviar estos síntomas debilitantes.

Es importante destacar que los ansiolíticos no están destinados a ser una solución a largo plazo para la ansiedad. Están diseñados para ser utilizados en el corto plazo, mientras se trabaja en estrategias de manejo de la ansiedad más sostenibles, como la terapia cognitivo-conductual, el ejercicio regular, una dieta equilibrada y técnicas de relajación.

Finalmente, es fundamental entender que los ansiolíticos pueden tener efectos secundarios y riesgos asociados, incluyendo dependencia y síndrome de abstinencia. Por lo tanto, siempre deben ser administrados bajo la supervisión de un profesional de la salud, y su uso debe ser interrumpido gradualmente bajo la orientación de este profesional.

En resumen, los ansiolíticos son una herramienta poderosa en el tratamiento de la ansiedad, pero su uso debe ser cuidadosamente monitoreado y siempre dentro de un plan de tratamiento integral que incluya otras estrategias para manejar la ansiedad a largo plazo. Recuerda siempre seguir las indicaciones de tu médico y no automedicarte.

¿Para qué sirven los ansiolíticos?

Aunque por el nombre pueda parecer que se usan sólo para tratar la ansiedad, los ansiolíticos se usan en muchas otras enfermedades. 

En la mayoría de casos sirven de tratamiento de apoyo a otros medicamentos, aunque proporcionan una ayuda muy notable para la persona que lo está pasando mal.

Y es que la idea, en general, es que los ansiolíticos se tomen durante un periodo de tiempo corto, para ayudar a que otros medicamentos hagan su efecto y después retirarlos.

Los principales problemas en las que se usan las benzodiacepinas son:

  • Insomnio

Además, los ansiolíticos pueden usarse en problemas que no son de la salud mental.

Algunos ejemplos son:

  • Epilepsia: los ansiolíticos como el diazepam tiene efecto anticonvulsivo y a veces pueden ser útiles en personas que tienen epilepsia.
  • Contracturas musculares: el diazepam, por ejemplo, es un medicamento que tiene propiedades de relajación muscular, por lo que se utiliza para ayudar a mejorar las contracturas de los músculos.

¿Hay algún caso en que es mejor no tomarlos?

A pesar de que los ansiolíticos son medicamentos que bien usados son muy útiles, en ocasiones en mejor tomar otra cosa.

Y es que hay situaciones donde no es aconsejable dar ansiolíticos.

Por ejemplo:

  • Personas que han tenido o tienen adicciones: si ya has tenido alguna adicción no es improbable que puedas tener otra. Al ser medicamentos que tienen un cierto riesgo de adicción, no se recomienda darlo en estas enfermedades salvo en situaciones muy concretas.
  • Ancianos: en personas ancianas, los ansiolíticos pueden hacer a veces en efecto contrario al que se busca. Algunas personas, en lugar de relajarse, pueden confundirse y ponerse más nerviosas, por lo que se intenta evitar darlas.
  • Personas con problemas graves en el hígado.
  • Personas con problemas respiratorios importantes (insuficiencia respiratoria, EPOC…)

¿Qué tipos  de ansiolíticos existen?

Una manera de clasificar a los ansiolíticos, es en función de la llamada vida media (algo así como el tiempo que dura su efecto en tu cuerpo).

En función de esto tenemos 3 tipos de ansiolíticos:

Ansiolíticos de acción larga (más de 12h)Diazepam, clonazepam, clorazepato
Ansiolíticos de acción media (8-12h)Lorazepam, bromazepam
Ansiolíticos de acción rápida (menos de 8h)Alprazolam

Como vamos a ver, debido a este tiempo de acción, unos ansiolíticos son más útiles en unas situaciones y otros en otras.

Ansiolíticos de Acción Rápida

Cuando hablamos de ansiolíticos de acción rápida, nos referimos a aquellos medicamentos que actúan rápidamente para aliviar los síntomas de ansiedad en situaciones agudas. Estos fármacos suelen ser especialmente útiles en momentos en los que la ansiedad es intensa y está interfiriendo significativamente en tu capacidad de funcionar. A continuación, te explico más sobre ellos.

¿Qué son los ansiolíticos de acción rápida?

Son medicamentos que reducen la ansiedad en pocos minutos u horas tras su administración. La mayoría pertenece a la familia de las benzodiacepinas, como el alprazolam. Su mecanismo de acción consiste en potenciar un neurotransmisor llamado GABA, que actúa como un “freno” natural del sistema nervioso, ayudándote a sentirte más tranquilo.

¿Cuándo se utilizan?

Te los puedo recetar en situaciones específicas, como:

  • Crisis de ansiedad o ataques de pánico.
  • Preparación para procedimientos médicos que generan estrés.
  • Momentos de ansiedad extrema donde otras estrategias no son suficientes.

Son eficaces para un alivio inmediato, pero no están pensados como tratamiento a largo plazo, ya que no abordan la causa subyacente de la ansiedad.

¿Qué debes tener en cuenta?

Aunque son efectivos, los ansiolíticos de acción rápida tienen algunas consideraciones importantes que siempre explico a mis pacientes:

  • Duración limitada: Su efecto es corto, y aunque ofrecen alivio rápido, no solucionan el problema de fondo.
  • Riesgo de dependencia: Con el uso prolongado, puedes desarrollar tolerancia (necesitando dosis más altas) o dependencia física y psicológica.
  • Efectos secundarios: Es común sentir somnolencia, mareos o confusión después de tomarlos. También pueden afectar tu capacidad para conducir o realizar tareas que requieran concentración.

¿Son adecuados para ti?

Los ansiolíticos de acción rápida pueden ser una herramienta muy útil en casos concretos, pero siempre deben formar parte de un plan de tratamiento más amplio que incluya psicoterapia y, en algunos casos, otros tipos de medicamentos.

¿Cuales son los mejores ansiolíticos si tengo ansiedad todo el día?

En caso de tener ansiedad durante todo el día, se suele elegir una benzodiacepina de acción larga como el diazepam

Eso permite muchas veces tener que tomarlo menos veces al día y que la ansiedad quede más bien regulada, porque el medicamento se mantiene por un tiempo largo en el cuerpo y eso hace que no notes tantos altibajos durante el día.

¿Cuales son los mejores ansiolíticos para dormir?

La mejor pastilla para dormir, depende de cada persona.

Aunque en realidad para dormir ya hay un tipo de benzodiacepina diseñada especialmente para esto, es habitual que los ansiolíticos se usen, además de para mejorar la ansiedad, también para mejorar el insomnio.

Y es que todos estos medicamentos dan somnolencia como efecto secundario, con lo que facilita el dormir.

Si el problema es que estás todo el día con mucha ansiedad y esto te impide dormir, como ya he comentado, se elige una benzodiazepina de acción larga.

Pero si el problema es solamente de insomnio, entonces se eligen ansiolíticos de acción intermedia como el lorazepam. Eso permite ayudar a dormir sin que por la mañana quede somnolencia, dado que el medicamento está ya eliminado del cuerpo.

Existen otros medicamentos para ayudar a dormir, aunque algunos efectos secundarios como el aumento de peso, hacen que las opiniones de la mirtazapina o la trazodona varíen mucho en función de quien las toma.

¿Cuáles son los efectos secundarios de los ansiolíticos?

Como todo medicamento, los ansiolíticos pueden dar efectos secundarios.

Te voy a mencionar los más frecuentes:

  • Somnolencia
  • Cansancio
  • Mayor riesgo de caídas, sobre todo en personas mayores.
  • Confusión o reacciones paradójicas, principalmente en ancianos.
  • Sensación de mareo o vertiginosa

¿Cuánto tiempo se pueden tomar los ansiolíticos?

En principio, los tratamientos ansiolíticos están pensados para un periodo de tiempo corto.

La idea es que en un tiempo relativamente breve, se puedan quitar porque estés bien o porque otro medicamento haga ya su función.

Sin embargo, hay personas que necesitan tomar ansiolíticos durante tiempos largos, porque con otros medicamentos no se acaban de encontrar bien.

En realidad, es posible realizar tratamientos a largo plazo con benzodiacepinas si no hay otra alternativa.

Pero hay que tener cuidado con algunos de los posibles efectos secundarios a largo plazo:

  • Tolerancia
  • Dependencia
  • Efectos negativos sobre la atención y la memoria

¿Cuántos ansiolíticos se pueden tomar al día?

La dosis de ansiolíticos que se puede tomar al día depende en gran medida del tipo de medicamento y de las necesidades individuales del paciente.

No obstante, es importante destacar que la dosis debe ser siempre prescrita por un profesional médico. Automedicarse o ajustar la dosis por cuenta propia puede tener graves consecuencias para la salud.

Algunos ansiolíticos como el alprazolam (Trankimazin o Xanax) se suelen tomar en dosis de 0.25 a 0.5 mg tres veces al día, mientras que otros como el diazepam (Valium) se suelen prescribir en dosis de 2 a 10 mg de dos a cuatro veces al día. Pero de nuevo, estas dosis son solo indicativas y pueden variar según la situación de cada paciente.

Es importante recordar que los ansiolíticos son medicamentos potentes que pueden provocar dependencia física y psicológica si se utilizan de manera inadecuada o durante largos periodos de tiempo. Por ello, se recomienda su uso solo bajo estricta supervisión médica y por el tiempo mínimo necesario para controlar los síntomas de ansiedad.

Además, la interacción de los ansiolíticos con otros medicamentos o con alcohol puede ser peligrosa. Por tanto, es necesario informar al médico sobre cualquier otra medicación que se esté tomando y evitar el consumo de alcohol mientras se esté en tratamiento con ansiolíticos.

En conclusión, aunque los ansiolíticos pueden ser una herramienta útil en el manejo de la ansiedad, su uso debe ser siempre responsable y bajo la dirección de un profesional sanitario. La salud mental es un asunto serio y merece la misma atención y cuidado que cualquier otro aspecto de nuestra salud.

¿Generan dependencia?

Sí.

De hecho este es uno de sus principales problemas.

La dependencia se genera por motivos diversos.

En general se debe sobre todo a hacer un mal uso de los ansiolíticos, tomarlos de manera no acordada con tu médico, tomar más dosis de la prescrita…

Y por otro lado, el riesgo de dependencia aumenta en determinadas situaciones:

  • Los ansiolíticos de acción corta tienen más riesgo de dependencia que los de vida media larga.
  • Cuanta más dosis se toma, más riesgo de dependencia.
  • Cuanto más tiempo se toman, aumenta el riesgo de dependencia.
  • En personas que han tenido adicciones a otras substancias o que previamente ya han tenido una adicción a los ansiolíticos, hay que evitar dárselos.

¿Puede dar síndrome de abstinencia?

Sí.

Y en casos graves es un cuadro realmente peligroso.

El síndrome de abstinencia aparece en las personas que tienen una dependencia física de los ansiolíticos.

Y cuanto más grave sea la dependencia, más grave puede ser el síndrome de abstinencia.

Por ejemplo, alguien que lleva muchos años seguidos tomando dosis altas de benzodiacepinas, tiene más riesgo de hacer un síndrome de abstinencia grave que una persona que las ha tomado durante poco tiempo.

¿Qué síntomas da el síndrome de abstinencia?

En el síndrome de abstinencia de los ansiolíticos aparecen síntomas que se parecen a una recaída de ansiedad: inquietud, palpitaciones, sudoración, pesadillas…

Si se van quitando los ansiolíticos poco a poco es muy probable que den síntomas de abstinencia o que estos sean leves.

Pero cuando los ansiolíticos se dejan de golpe, estos síntomas pueden aparecer de manera mucho más grave.

Pueden darse convulsiones, paranoias, alucinaciones, fiebre, agitación…

Este cuadro es una urgencia médica y debe ser tratado rápidamente en el hospital, ya que puede llegar a ser peligroso para la vida de la persona.

¿El cuerpo se acostumbra y generan tolerancia?

Sí, es algo que puede pasar si tomas ansiolíticos durante un periodo de tiempo largo.

Con el tiempo, el cuerpo «se acostumbra» al medicamento y a veces hay que ajustar las dosis.

El riesgo de que haya tolerancia, aumenta de manera parecida al riesgo de dependencia:

  • Cuanta más dosis se toma, más riesgo de tolerancia.
  • Cuanto más tiempo se toman, aumenta el riesgo de tolerancia.

¿Se pueden tomar ansiolíticos y alcohol a la vez?

No se recomienda.

Y es que con el alcohol, se potencian los efectos sedantes de los ansiolíticos, por lo que aumenta la somnolencia o el riesgo de caídas y accidentes, por ejemplo.

Por otro lado, el alcohol empeora por sí mismo los cuadros de ansiedad o depresión, con lo que su consumo no está aconsejado en estas enfermedades cuando estás encontrándote mal.

Tampoco se recomienda tomarlos con café o con drogas mayores.

Y es que la cafeína empeora la ansiedad, con lo que de algún modo «anularías el efecto del ansiolítico».

¿Se pueden tomar durante el embarazo?

De entrada, no se recomienda el uso de medicamentos en el embarazo, siempre que sea posible.

Con los ansiolíticos, pues, la recomendación es la misma: lo ideal, sería no tomarlos.

Pero el mundo ideal dista mucho a veces de ser el mundo real.

Y hay ocasiones en que, por la situación de la madre, no queda más remedio que usar medicamentos.

Porque hay enfermedades que, si empeoran durante el embarazo, van a ser más peligroso para la madre y el bebé que tomar un medicamento que se sepa que es seguro.

¿Qué riesgos hay?

En el caso de que se tengan que tomar ansiolíticos, hay que saber que la información que se tiene no viene de estudios científicos controlados (no sería muy ético hacer ensayos clínicos en madres y bebés).

Los datos que tenemos provienen de los muchos años de experiencia con estos medicamentos en mujeres embarazadas que han tenido que tomarlos.

Sabemos que en algunas ocasiones, las mujeres que han tomado ansiolíticos en el embarazo pueden tener:

  • Recién nacidos de más bajo peso.
  • Aumento de riesgo de parto prematuro
  • El diazepam se ha relacionado en ocasiones con aparición de malformaciones en el paladar o el labio.

¿Cuál es la manera más segura de tomarlos?

En general, si hay que tomar ansiolíticos, la recomendación será:

  • En ninguna circunstancia realizar tratamiento sin una supervisión médica.
  • Intentar, si es posible, no tomarlos el primer trimestre del embarazo, dado que es el más peligroso.
  • Intentar, si es posible, bajar las dosis antes del parto.
  • Tomarlos a las dosis lo más bajas posibles.
  • De todos los ansiolíticos, intentar evitar el diazepam, dado que algunos estudios sugieren un riesgo algo mayor de malformaciones.

¿Y en la lactancia?

La situación en la lactancia, es algo más segura que en el embarazo. 

Aún así, la recomendación general sigue siendo intentar no tomar estos medicamentos en la lactancia, si es posible.

Y es que, aunque en pequeñas cantidades, hay una cierta cantidad de medicamento que pasa a la leche de la madre.

En caso de que sea necesario, las recomendaciones son:

  • Tomar el  medicamento siempre bajo control médico.
  • Intentar tomar la menor dosis viable.
  • Alargar el tratamiento el tiempo más corto que sea posible.
  • Elegir, si es posible, ansiolíticos que pasan menos a la leche materna, como el lorazepam.

¿Se puede tomar tila con ansiolíticos?

Los ansiolíticos son medicamentos recetados por los médicos para tratar trastornos de ansiedad y estrés. Estos medicamentos actúan sobre el sistema nervioso central para producir un efecto calmante.

La tila, por otro lado, es una planta medicinal que se utiliza tradicionalmente para aliviar problemas de insomnio, nerviosismo y ansiedad. Su uso se considera seguro y no suele provocar efectos secundarios graves.

La combinación de tila con ansiolíticos puede parecer una buena idea para potenciar los efectos calmantes de ambos. De hecho, la tila puede ser un complemento natural a la medicación ansiolítica, ya que ambos se utilizan para tratar condiciones similares.

Sin embargo, es importante tener en cuenta que cada organismo reacciona de manera diferente a los medicamentos y las plantas medicinales, por lo que es esencial consultar a un médico o farmacéutico antes de combinarlos.

Existen algunos estudios que sugieren que la tila puede tener efectos sedantes leves, lo que podría potenciar el efecto de los ansiolíticos. Esto podría ser beneficioso para algunas personas, pero podría ser perjudicial para otras, especialmente si la combinación provoca somnolencia excesiva o interfiere con la capacidad para realizar actividades normales. También es posible que la tila pueda interactuar con los ansiolíticos, alterando su efecto o causando efectos secundarios inesperados.

En conclusión, no se recomienda tomar tila con ansiolíticos sin antes consultar a un profesional de la salud. Aunque la tila es una planta medicinal segura y los ansiolíticos son medicamentos efectivos para tratar la ansiedad, la combinación de ambos puede tener efectos impredecibles. Es importante recordar que la automedicación puede ser peligrosa, especialmente cuando se trata de medicamentos que afectan al sistema nervioso central.

¿Se puede aumentar de peso con los ansiolíticos?

En teoría sí, por su efecto sobre ciertos receptores que tienen que ver con el hambre.

Pero el problema es distinto que con los antidepresivos.

Sabemos que algunos antidepresivos engordan.

Pero, como los antidepresivos se toman durante meses o incluso años, es una preocupación que tiene su lógica.

Con los ansiolíticos es distinto.

Si el tratamiento se realiza bien y es posible tomar los ansiolíticos durante un periodo corto de tiempo, es posible que no dé tiempo a ganar demasiado peso y ni siquiera notes diferencias.

Y si el tratamiento es más a largo plazo, el aumento de peso, en el caso de que se diera, debería se menor que con los antidepresivos.

¿Se pueden usar ansiolíticos en pacientes de edad avanzada?

Aunque no están contraindicados de manera absoluta, los ansiolíticos se tienen que usar con cuidado en pacientes de edad avanzada

Y es que, en estas personas, se dan una serie de características que pueden hacer que con estos medicamentos puedan aparecer más posibles efectos adversos que en el resto de la población.

Puede suceder con relativa facilidad que, los pacientes de edad avanzada tengan problemas físicos diversos, por ejemplo:

  • La función del riñón o del hígado algo alterada
  • La movilidad más torpe
  • El cerebro algo envejecido
  • Pueden tener que tomar varios medicamentos a la vez por tener distintas enfermedades.

Todo ello hace que puedan suceder una serie de situaciones a evitar, por ejemplo:

  • Que se eliminen más lentamente los ansiolíticos, dando más efectos secundarios como somnolencia.
  • Al dar más somnolencia puede haber más posibilidad de tener una caída o un cuadro de confusión.
  • Pueden darse interacciones con otros medicamentos que pueden hacer aparecer posibles efectos adversos.

Por ello se suele recomendar:

  • Si se puede, evitar los ansiolíticos.
  • Si se tienen que usar, que sea el menor tiempo posible.
  • Dentro de los ansiolíticos, evitar los llamados de vida media larga (diazepam, clonazepam) y usar otros de vida media más corta (alprazolam o lorazepam).
  • Ajustar las dosis con precaución.

¿Se pueden dejar los ansiolíticos de golpe?

Jamás. 

Siempre que haya que dejar los ansiolíticos, hay que hacerlo bajo supervisión de un médico y bajándolos poco a poco.

Esto es especialmente importante si has estado tomando ansiolíticos durante mucho tiempo.

Y es que, en este caso, si los dejas de golpe, podrían darse síntomas de abstinencia que pueden ser muy peligrosos.

¿Se pueden comprar ansiolíticos sin receta médica?

No.

Los ansiolíticos son medicamentos que no se pueden vender sin receta. 

Para que te los den primero tendrás que ir al psiquiatra o al médico de cabecera.

Es más, son medicamentos especialmente controlados para evitar que haya personas que hagan un mal uso de ellos.

Opiniones y Experiencias de Pacientes con Ansiolíticos

Opiniones positivas de personas que toman ansiolíticos

Los ansiolíticos han demostrado ser eficaces para muchas personas que luchan con la ansiedad.

Estas son algunas de las experiencias positivas comúnmente explicadas:

  • Reducción rápida de la ansiedad: Muchas personas reportan una disminución significativa de los síntomas de ansiedad en cuestión de horas después de tomar ansiolíticos.
  • Mejora del sueño: Los ansiolíticos pueden ayudar a las personas con insomnio relacionado con la ansiedad a dormir mejor.
  • Mejora en la calidad de vida: Al reducir la ansiedad, los ansiolíticos permiten a las personas participar en actividades diarias que antes evitaban debido a sus síntomas.

Testimonio de paciente real: opinión positiva de los ansiolíticos

«Después de años de luchar con ataques de pánico, mi médico me recetó ansiolíticos. En pocas semanas, sentí una mejora notable en mi capacidad para manejar el estrés y mi calidad de vida mejoró considerablemente.» – Ana, 35 años.

Opiniones negativas de personas que toman ansiolíticos

Aunque muchos encuentran alivio con los ansiolíticos, también existen experiencias negativas que es importante considerar:

  • Efectos secundarios: Algunas personas experimentan somnolencia, mareos y problemas de coordinación.
  • Dependencia y tolerancia: El uso prolongado de ansiolíticos puede llevar a la dependencia física y psicológica, así como a la necesidad de dosis mayores para lograr el mismo efecto.
  • Síntomas de abstinencia: Dejar de tomar ansiolíticos abruptamente puede causar síntomas de abstinencia, incluyendo ansiedad rebote e insomnio.

Testimonio de paciente real: opinión negativa de los ansiolíticos

«Al principio, los ansiolíticos funcionaron bien para mi ansiedad, pero después de unos meses, comencé a necesitar dosis más altas. Cuando intenté dejar de tomarlos, experimenté una ansiedad aún mayor que antes.» – Javier, 42 años.

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Marc Planella

Sobre el autor

Marc Planella

Nº de colegiado: 080836943

  • Licenciado en Medicina y Cirugía por la Universidad Autónoma de Barcelona - Unidad docente Hospital Vall d'Hebron (2001).
  • Especialista en Psiquiatría por Sant Joan de Déu - Servicios de Salud Mental (2002 - 2006).
  • Formación específica universitaria en tratamiento de depresiones unipolares y bipolares.
  • Especialista universitario en psiquiatría forense.

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5 respuestas

  1. Un artículo muy interesante y útil sobre todo para los que estamos atravesando un cuadro ansioso-depresivo en estos momentos. Hecho en falta saber la dosis adecuada de ansiolítico en caso de picos de ansiedad cuando el antidepresivo (Besitran, en mi caso) todavía no ha empezado a hacer efecto.

    1. Gracias por tu comentario, Montserrat.
      Respecto a las dosis, es un tema tan de cada caso en particular, que generalizarlo sería de escasa utilidad. Dependiendo del medicamento, las dosis que se tomen en ese momento y el estado de la persona, entre otras variables, se calcula la dosis adecuada para cada caso.

      Un saludo.

  2. Muy bien explicado. Hay mucha gente reacia a tomar medicación. Me incluyo yo hasta que empeze, porque no tuve más remedio. La medicación igual que para otra cosa, la cabezota se nos altera y hay que arreglarla.

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